El argentino que dirige el Organismo de la Energía Atómica viajó a Teherán tras un alarmante hallazgo del plan nuclear iraní

El argentino Rafael Grossi durante una reunión con el vocero del organismo nuclear iraní, Behrouz Kamalvandi, en Teherán

El argentino Rafael Grossi durante una reunión con el vocero del organismo nuclear iraní, Behrouz Kamalvandi, en Teherán – Créditos: @-

TEHERÁN.- El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, viajó este viernes a Teherán para reunirse con las máximas autoridades, luego del alarmante descubrimiento de partículas de uranio enriquecido cercanas al nivel necesario para fabricar una bomba atómica.

Durante su visita de dos días, tiene previsto entrevistarse el sábado con varios dirigentes iraníes, entre ellos el presidente Ebrahim Raisi, indicaron fuentes diplomáticas en Viena, donde tiene su sede esta agencia de la ONU.

Según un informe del OIEA, se encontraron partículas de uranio enriquecido al 83,7%, apenas por debajo del 90% requerido para fabricar una bomba atómica, en la planta subterránea de Fordo, 100 km al sur de Teherán.

Un estudiante observa las centrifugadoras de construcción nacional de Irán en una exposición de los logros nucleares del país, en TeheránUn estudiante observa las centrifugadoras de construcción nacional de Irán en una exposición de los logros nucleares del país, en Teherán

Un estudiante observa las centrifugadoras de construcción nacional de Irán en una exposición de los logros nucleares del país, en Teherán

Irán niega querer dotarse de la bomba nuclear, y se justificó diciendo que hubo “fluctuaciones involuntarias” en el proceso de enriquecimiento. Afirmó no haber hecho ningún intento por enriquecer uranio más allá del 60%, e insiste en que su programa nuclear es meramente civil.

La obstrucción por parte de Irán a la investigación que el OIEA lleva a cabo desde hace años sobre los restos de uranio hallados en tres emplazamientos no declarados llevó al organismo a aprobar una resolución en su última reunión trimestral de noviembre en la que se ordenaba a Irán que cooperara urgentemente con la investigación.

Esa cooperación no se materializó y Grossi espera que su reunión con Raisi ayude a allanar el camino. Grossi intentará obtener más información al respecto y lograr un acceso reforzado a la instalación de Fordo -donde luego se descubrió el aumento del uranio enriquecido- así como un incremento del número de inspecciones.

El informe del OIEA describió que los inspectores descubrieron el 21 de enero que dos cascadas de centrifugadoras IR-6 en las instalaciones Fordo habían sido configuradas de una manera “sustancialmente diferente” a lo que se había declarado anteriormente.

Irán, un grupo de técnicos trabaja en el circuito secundario del reactor de agua pesada de Arak, Irán (Archivo)Irán, un grupo de técnicos trabaja en el circuito secundario del reactor de agua pesada de Arak, Irán (Archivo)

Irán, un grupo de técnicos trabaja en el circuito secundario del reactor de agua pesada de Arak, Irán (Archivo)

La visita del argentino se produce un año después de su último viaje a Teherán, cuando parecía posible un acuerdo para reanudar las negociaciones entre las grandes potencias e Irán a propósito de su programa nuclear.

En un contexto geopolítico trastocado por la guerra de Ucrania, la oportunidad sin embargo se frustró. Y desde entonces no dejó de aumentar la preocupación en Estados Unidos, Europa e Israel sobre la posibilidad de que Irán sea capaz de producir bombas atómicas.

En este contexto, el director del OIEA quiere “relanzar el diálogo” después de meses de deterioro.

Irán se desentiende cada vez más de las condiciones del acuerdo de 2015 para limitar sus actividades atómicas a cambio de un levantamiento de sanciones en su contra.

El acuerdo en realidad está en punto muerto desde que Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, decidió retirarse unilateralmente en 2018.

Agencias AFP y Reuters

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