Presentación arrolladora
Aunque tiene 24 años, Paula Badosa aún vive algunas experiencias por primera vez, porque su eclosión en el circuito femenino se produjo el curso pasado. En enero de 2021 era la 71ª del mundo y no había participado en todos los torneos importantes. En Roma, donde no jugó la temporada pasada, debutó ayer con una carta de presentación arrolladora, sobre todo en el primer set. La española venció por 6-2 y 6-1 en 77 minutos a Aliaksandra Sasnovich y se enfrentará hoy (no antes de las 20:30, Teledeporte) en octavos a la rusa Daria Kasatkina, que eliminó a la canadiense Leylah Fernández (4-6, 6-3 y 7-6 (2)).
La bielorrusa de 28 años y 50ª del ranking apeó a Badosa en la previa del US Open de 2015. Siete años después, ella sigue teniendo que ganarse la clasificación para un WTA 1.000 en la qualy, mientras que Paula se libró de la primera ronda del cuadro principal porque ahora es la tercera mejor jugadora del planeta. Esa es la diferencia que hay actualmente entre las dos y se vio sobre la pista central de Foro Itálico. La tenista nacida en Nueva York salió a morder y el ritmo vertiginoso de los intercambios la favoreció porque su drive es más potente y preciso. Así amenazó con el rosco en 24 minutos cuando se colocó con un 5-0 y tuvo cinco puntos de set después al resto. No convirtió ninguno y Sasnovich acortó hasta el 5-2, pero acto seguido cedió de nuevo su servicio y la manga.
Fue un aviso de que las cosas no serían tan fáciles para Badosa en la segunda. Con la actitud adecuada, la tenista de Minsk, que aún no ha ganado ningún título y tiene como resultado más sonado su victoria contra Serena Williams en el último Wimbledon, aguantó el tipo e incluso atacó el servicio de Paula, que funcionó bastante bien en líneas generales hasta que rompió para poner el 3-1 y consolidar el break, camino del triunfo. Un bálsamo después de acabar al borde de las lágrimas en Madrid tras perder contra Simona Halep y acusar el estrés que provoca la presión de manejarse en las alturas.