La primera polémica de la temporada en la Fórmula 1
En privado, por el paddock, es una de las conversaciones recurrentes: la resurrección de Haas. Fueron los últimos en 2021, siempre a la cola de la parrilla y sin puntos, y ya suman 15 en los cuatro primeros grandes premios de 2022, todos de un recién llegado Magnussen (Mick Schumacher aún no se ha estrenado). Son capaces de pelear a una vuelta y en carrera contra Alpine, Alpha Tauri o Alfa Romeo. En la Fórmula 1, pocas escuderías aceptan de buen grado que otros hayan hecho un mejor trabajo y desde el arranque de la temporada, algunas miran con recelo a la firma norteamericana por sus conocidos vínculos con Ferrari: llevan motor y caja de cambios de los italianos, cuentan con instalaciones en Maranello, han acogido a personal que no tenía cabida en Ferrari por el techo de gasto y utilizan el túnel de viento de la Scuderia.
En público, McLaren ha sido, a través de Andreas Seidl, uno de los equipos más críticos con este tipo de asociaciones. No ahora, viene del pasado, porque en Woking operan como un fabricante independiente (aunque los motores se los suministra Mercedes) al igual que Alpine, sin relaciones con otros constructores de la parrilla. No es un secreto que Mercedes y Aston Martin, antes Racing Point, compartieron información privilegiada en el pasado. Tampoco que Alpha Tauri hereda muchas de las tecnologías que se implementan en el Red Bull, como la suspensión trasera o la caja de cambios, algo que es perfectamente legal bajo el reglamento actual de la F1.
«Haas merece sus resultados, porque hay unas reglas y cumplen con ellas, no nos quejamos sobre eso. Pero es cuestión de principios y de cómo debería ser la F1 en el futuro, todo lo relativo a las prestaciones de un coche debería estar hecho por cada equipo», dice Seidl, preocupado porque en el campeonato, «para estar delante, en algún momento puedas necesitar un segundo equipo». «Permite al ‘equipo B’ rendir por encima con menos esfuerzo, y es aún más preocupante que el ‘equipo A’ se beneficie», argumenta el team principal de McLaren, que aboga por «prohibir que se utilicen conjuntamente infraestructuras» como el túnel de viento y propone que solo se puedan compartir «la caja de cambios y la unidad de potencia». «Todo lo que no se puede vigilar correctamente se debe prohibir», comentaba el ingeniero alemán en Ímola.
La realidad es que no se conocen ilegalidades en este proceso, hasta el momento, y tampoco ha habido protestas formales a la FIA. Guenther Steiner, jefe de Haas, invita a los comisarios a visitar su fábrica «cada semana», como ya hacen regularmente. Aunque las situaciones pueden ser más sutiles y líquidas, sospechan los rivales, y lo explicó gráficamente Otmar Szafnauer, jefe de Alpine, hace pocas semanas: «Pueden ir a tomar un café juntos y compartir ideas. ‘¿Cómo va ese último fondo plano?’. Y un ‘no vayas por ahí, no funciona…». Con el norteamericano al frente, Racing Point fue sancionada por montar los mismos conductos del freno del Mercedes en 2020 después de presentarse a los entrenamientos de pretemporada con un monoplaza idéntico al Mercedes de 2019. Aunque entre la repentina mejora del VF-22 en comparación con su predecesor, no debe pasarse por alto un detalle: Haas, y Alfa Romeo, tenían el peor motor de la parrilla durante 2020 y 2021, y ahora cuentan, posiblemente, con el mejor.