Rapapolvo de Xavi a la plantilla

Xavi Hernández, que vivió mil batallas similares como jugador, decidió coger el toro por los cuernos ante el bajón evidente de juego en los últimos partidos. El técnico convocó a sus jugadores antes de la sesión matinal de este martes para analizar lo ocurrido en el partido ante el Cádiz. En esta ocasión se aparcaron los videos y la pizarra: Xavi tenía ganas de hablar y mirar a los ojos a sus jugadores, que en apenas cinco días han tirado por la borda las opciones de ganar dos títulos esta temporada. Para los jugadores no fue una sorpresa, ya que el propio técnico había avanzado su enfado monumental en rueda de prensa, advirtiendo que iba a hablar con la plantilla.

Según ha podido saber AS, el encuentro estuvo marcado por la tensión y los mensajes contundentes. Y es que Xavi era plenamente consciente que tenía que frenar esta sangría de malos resultados, si no quería ver en peligro las opciones de clasificarse para la Champions. De ahí que decidiera sacar el látigo y poner firmes a sus jugadores, dejando a un lado su imagen de entrenador empático y ‘buenrollista’. Empezó su discurso recriminando los errores y la falta de atención en muchas fases del partido, con fallos flagrantes en las marcas y a la hora de buscar los espacios, asimismo recordó que con solo talento no se ganan los partidos, y que si no se pone la misma intensidad que el rival, se acaba perdiendo siempre.

Dejó claro que no piensa permitir más errores, que sean achacables a la intensidad o falta de concentración, de aquí a final de la temporada. De hecho, invitó a sus hombres a encabezar una reacción inminente este mismo jueves, buscando agitar las conciencias y picarles en su orgullo. «Quiero ver un cambio al 100%, una reacción a todos los niveles; somos el Barça, no podemos seguir ni un minuto más así», subrayó de forma vehemente el entrenador durante su arenga.

Escudo/Bandera Barcelona

No quiso individualizar ni señalar tampoco a un jugador determinado -más de uno ya sabía perfectamente los errores que cometió y que posiblemente le dejen en el banquillo el próximo partido-, pero sí que dejó muy claros los fallos que el equipo está cometiendo y que deben ser subsanados de manera radical de cara a los próximos encuentros.

Y es que Xavi está enfadado por la forma que el equipo ha jugado los cuatro últimos partidos -la eliminatoria ante el Eintracht y los encuentros ante Levante y Cádiz- y no está dispuesto a dejar que sus hombres bajen la guardia ni un instante. Quien no esté dispuesto a darlo todo en el campo, ya sabe que tiene un futuro muy negro en el horizonte.

No hay duda de que el regreso de Ronald Araújo y Gerard Piqué al once marcarán el camino respecto al liderazgo y personalidad que necesita el equipo para sacar la temporada adelante, al menos en el balance de mínimos de clasificarse segundo en LaLiga, una plaza que da acceso a la Champions y a la Supercopa de España.

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