El Madrid tiene la receta rojilla

Pensar en una visita a Pamplona eriza la piel de cualquiera, futbolísticamente hablando. Históricamente rocosos, los de Jagoba Arrasate son un equipo correoso, todo solidez, que ha sido de difícil digestión para otros grandes de nuestra Liga en el Sadar. Véanse las visitas de Barça y Sevilla, actual segundo y tercero de LaLiga, que se saldaron con sendos empates (2-2 y 0-0). Ahora es el líder, el Real Madrid, el que aterriza en la capital navarra. El aviso está ahí, pero los blancos cuentan con una baza importante: tienen la receta para desarmar al ejército rojillo.

Escudo/Bandera Real Madrid

Y es que, hace ya once años que Osasuna no puede con el Madrid. En 2011, un 30 de enero, fue la última ocasión en la que hubo victoria pamplonesa. Aterrizaba el rival entrenado por José Mourinho, en su primer curso en la capital española, mientras que su homónimo era José Antonio Camacho. Un gol de Javi Camuñas, a pase de Carlos Aranda, canterano blanco curiosamente, daba la victoria a los locales. Enfrente había un once compuesto por Casillas; Ramos, Carvalho, Albiol, Arbeloa; Diarra, Khedira; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; y un Benzema que es el único futbolista que sigue formando parte del equipo. El Barça terminaría ganando aquel campeonato, con cuatro puntos de ventaja sobre su eterno rival.

Desde entonces, 15 partidos, con un saldo de once victorias blancas y cuatro empates. En el Bernabéu la racha se remonta hasta 2004 (un 0-3 con goles de Valdo, Pablo García y Moha) y, tras esa derrota en 2011, siete triunfos consecutivos, racha cortada por el 0-0 de la primera vuelta de esta temporada. En las visitas a Pamplona, cuatro partidos ganados por el equipo blanco y tres empates. Victorias contundentes, algunas, como el 1-5 de la 2011-12 (goles de Benzema, Cristiano e Higuaín, con doblete de estos últimos) o el 1-4 (Isco, Ramos, Lucas Vázques y Jovic) de la 2019-20.

Clavo ardiendo de Arrasate

Aunque la última aparición de los blancos por El Sadar debe servir como clavo ardiendo al que aferrarse por un Arrasate que no conoce el triunfo ante el Madrid con Osasuna (sí ganó en una ocasión con la Real Sociedad, un 4-2 en la 2014-15). Ese 9 de enero de 2021, consiguió congelar las ideas, y los ataques, del conjunto aún entrenado por Zinedine Zidane. Un choque que terminó 0-0 y que supuso una oportunidad para que Hazard, titular, se reivindicase. Que Ramos jugase los últimos minutos como ‘9’ habla a las claras del éxito o fracaso de la apuesta.

El Madrid llega lanzado hacia el título, montado en una ola de motivación tras la remontada sobre la campana ante el Sevilla (2-3). Los antecedentes apuntan a sonreír, pero no hay mayor enemigo que la relajación. Y más teniendo al City a la vuelta de la esquina, que puede hacer perder perspectiva con una Liga a la que solo falta echar el cerrojo. Si el Real Madrid no se confía, puede dar un golpe definitivo al campeonato. La receta la tiene.

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