Nadal: «Debo tomar decisiones de acuerdo con mi cuerpo»

Nadal, tras la consecución de su 21º Grand Slam, el que le convierte en el tenista masculino más laureado de la historia en cuanto a majors, ha atendido a los medios desde Manacor. Tras mostrar el trofeo logrado en el Open de Australia a todos los presentes, estas han sido sus palabras. 

Agotamiento tras ganar: «Al final, terminé muy cansado. La mejor manera de intentar no estar muy, muy mal al día siguiente es intentar hacer recuperación activa y hacer un poco de bicicleta ayuda. Y aprovechar el momento para conversar con el equipo sobre las cosas que se habían hecho bien y no. Rod Laver apareció y es un personaje histórico de nuestro deporte. Se pasó a profesional durante unos años y no compitió en todos los Grand Slams que hubiera podido ganar. He coincidido con él, es una leyenda dentro de nuestro deporte, está siempre en el Open de Australia, la pista lleva su nombre, y he conversado con él muchas veces. Viene, te felicita, hablamos un poco del partido y después quedamos que nos veríamos en Indian Wells, que es el siguiente evento al que suele ir. Una conversación normal y corriente. Me hizo ilusión».

Mentalidad para remontar: «A posteriori, todo queda muy bonito, hermoso. Sobre todo, cuando termina así. En el 6-2, 7-6, 0-40 la realidad es que yo también pensé que el tema estaba muy, muy complicado. Pero bueno, sigues jugando y no se puede decir ya está. Pensar en el siguiente punto, intentar mantenerte en el partido… El tenis tiene una cosa y por experiencia se sabe. Por la manera que tiene el tenis de puntuar, normalmente siempre te da alguna opción, y más en partidos que son muy importantes. Si te mantienes cerca en el marcador, cuando hay la opción, a la hora de ganar siempre hay ese vértigo y lo tenemos todos. Si te mantienes cerca puede ser que haya alguna opción. Y lo que parezca imposible en algún momento, con el porcentaje de ganar mínimo, a diferencia de otros deportes puedes pasar de estar de una situación imposible a otra muy distinta. Te pones dos sets a uno y el partido vuelve a empezar. No pasas a ser favorito, pero puede cambiar. El tenis siempre te da opciones».

Aeropuerto con su nombre: «Si la gente que lo lleva piensa que es lo idóneo, yo encantado, pero no me ha llegado ninguna noticia sobre ello. Si la gente que lo lleva cree que es positivo para la isla, encantado, un honor».

Primeros pensamientos tras vencer: «No lo sé. No puedes pensar con claridad en aquel instante. Estás en un momento de máxima tensión y agotamiento. Al final, para mí, era un partido muy importante, no hay que negarlo, pero estar en la situación ya era un regalo. No voy a negar que estaba nervioso antes de la final, porque sé que me estoy jugando algo muy importante, pero también es verdad que así como otros años llegas a Australia muy preparado, este año se ha dado todo al revés. Llevo meses muy malos, con demasiados problemas, sin entrenarme bien, además el virus llegó cuando llevaba una semana entrenando bien… 10 días encerrado en casa que, de normal, ya es algo crítico y en mi situación, que ya iba justo, se convierte en algo dramático. Se han dado las circunstancias y la vez que era menos esperada ha sucedido. He jugado con desparpajo, con ilusión y con alegría. Como en todos los torneos. Hay momentos claves, duros, como en el golpe de calor contra Shapovalov, que el quinto set se salva no se cómo… Que se haya aguantado a nivel físico es algo que era muy difícil de imaginar».

Próximo calendario: «Mi primer calendario es analizar cómo estoy. Ver cómo está mi cuerpo, dejar pasar unos días y verlo todo con más claridad. Los próximos torneos, en principio, son Acapulco e Indian Wells. Estoy con la máxima predeterminación para ir a Indian Wells y en Acapulco tengo que analizarlo. Tengo que tomar decisiones de acuerdo a lo que mi cuerpo permita y para que las cosas vayan lo mejor posible en un futuro cercano».

Qué se lleva de Melbourne: «Me llevo el trofeo, me llevo un apoyo incondicional de la gente y a nivel personal una experiencia inolvidable. He podido disfrutar otra vez del deporte de máximo nivel, algo que hace muy poquitas semanas era inimaginable, y a parte de conseguir algo muy especial he podido volver a competir al máximo contra los mejores jugadores. Y ya no sólo en los partidos, también en los entrenamientos. Es muy importante de cara al futuro y para pasarlo bien y verme capacitado para seguir. Ganar o perder son circunstancias. Las 3-4 semanas que he pasado en Australia me he sentido sorprendentemente bien contra todos los jugadores que he entrenado, y yo le doy especial valor a eso. Cuando tienes buenas sensaciones en entrenamiento coges confianza, te animas y a partir de ahí se genera la base para conseguir lo que has conseguido».

Presión debido a su trayectoria: «La presión siempre depende del momento. En las semifinales y final sí sientes la presión, pero me veía preparado para competir ya. Antes de empezar tienes una presión diferente, por ver si puedes competir con garantías… La presión suele ir de ganar o perder, pero en este caso mi presión estaba más en si podría aguantar para competir en una competición así. A medida que el torneo avanza, somos competidores, hay una historia detrás, y la presión también crece con las posibilidades de éxito. Y la presión, pese a las circunstancias físicas, no es menor».

Control emocional: «Cuando se pierde el segundo set, cuando pones en contexto mi situación, es un mazazo muy fuerte. Es un momento de máxima decepción, pero seguí, las circunstancias me dieron la oportunidad y cuando empiezas a remontar empiezas a creer. A medida que las cosas empiezan a salir, no sólo a nivel tenístico, lo que quieres es seguir y no perder la concentración porque al mínimo error estás fuera. Sentir el apoyo de la gente, muchos puntos emocionantes, las cosas iban pasando e iban cayendo de mi lado. Es emocionante ganar un torneo de este calibre y Australia tiene un significado para mí porque es el torneo en el que he sufrido más, con muchos momentos críticos en cuanto a lesiones y a mi edad este logro significa mucho».

Celebración: «Las circunstancias te dejan poco margen de celebración. La situación de virus complicada lleva a cuidarse y a cuidar a las personas. Celebraciones comedidas como toca a día de hoy, con mi familia sobre todo».

Seguir en el tenis: «Sí que me veo volviendo a jugar, claro. Ahora mismo, me veo con muchas más opciones para seguir jugando al máximo nivel. Los partidos a cinco sets te dan mucha confianza, motivación e ilusión».

Avance en el torneo: «Yo no pienso en ganar, cómo voy a pensar en ganar si llevo seis meses sin competir. Al final, gano el torneo, jugando la final más o menos bien. Y a partir de ahí hay varios momentos claves. Varios entrenamientos contra los mejores jugadores del mundo, que estoy jugado de tú a tú, eso te da una perspectiva diferente. Como el tercer partido contra Khachanov, el primer partido que tengo contra un jugador de los más importantes, es un primer gran reto que supero con muy buenas sensaciones. Cando ocurre eso, viniendo de ganar un torneo, llegas a octavos y empiezas a respirar un poco de otra manera. Sabes que está más difícil de lo normal, pero las sensaciones son buenas».

Momentos difíciles: «Somos personas, antes que deportistas, y pasamos por momentos mejores y peores. Algunos en los que sientes que das un pasito adelante, otros en los que piensas que las cosas no van de una manera adecuada. Cada cual tiene sus objetivos, ambiciones. Estos últimos seis meses yo no estaba apto para pelear por mis objetivos. Son momentos, cambios, que hay dudas, que buscas soluciones y que no las encuentras. Son momentos en los que no sabes lo que va a pasar y partir de ahí sigues. Días podía entrenar 20 minutos, otros cero y otros dos horas. He venido aquí con la actitud adecuada, con ilusión. He trabajado bien en gimnasio, que es algo que no me gusta especialmente, y he intentado sumar de alguna manera en los días en los que las cosas no iban bien. Y los días en los que no se podía sumar, intentar no restar, aunque también te tenías que ir a casa algunas veces. Hay que aceptar las distintas situaciones».

Cómo mantener la motivación: «Cada torneo que viene no lo he ganado. Esa es la realidad. Cada torneo, cada año es nuevo. Mi ambición nunca ha sido desmesurada, ha sido sana y lo que me motiva es que me gusta hacer lo que hago. Esta es la realidad. Cuando estoy más o menos bien, a mí me gusta entrenar y competir y disfruto de hacer lo que hago. Todo tiene fecha de caducidad, en el deporte se termina antes y no es para siempre, pero mientras tenga la capacidad de seguir disfrutando esta es mi ilusión. Ganas, pierdes, es parte de nuestra vida, pero la ilusión de seguir compitiendo a mi edad contra los mejores del mundo en los mejores estadios es lo que me empuja».

Previsiones: «No tengo ni idea de cómo preveo la temporada. De momento, he empezado de la mejor forma posible, la más inesperada. Ojalá que mi físico me permita hacer un calendario acorde a lo que necesito para disfrutar de opciones en los lugares que quiero».

La importancia de su equipo: «Tener a las personas adecuadas y a la familia te cambia la vida. Yo he tenido siempre el apoyo de toda la gente que he tenido al lado, un apoyo muy importante, y el hecho de tener el mismo equipo de toda la vida me ayuda mucho porque al final no solo son equipo, son amigos, compañeros, y son momentos que muchas veces necesitas más amigos que compañeros de trabajo. Creo que tengo las personas adecuadas y sólo puedo agradecerles, porque en gran parte por ellos sigo donde estoy».

Lucha por tener más Garnd Slams: «No tengo ni idea de qué cifra tendré de Grand Slams. Hace poco firmaba simplemente seguir jugando al tenis. Quiero ser el que tenga más majors de nosotros tres, porque hay que ser claros, sí, me encantaría. Pero no me obsesiona, cero, lo que llegue bienvenido sea, no creo que 21 sean suficientes, siendo honesto, pero el futuro dirá lo que tenga que pasar. Me siento muy afortunado, los tres hemos conseguido más de lo soñado, el debate del mejor o el no mejor es entendible porque genera afición, pero a nivel interior lo vivo de una manera distinta, con naturalidad e intento hacer mi camino. Seguir con mi hoja de ruta, y si eso me lleva a vivir momentos como los de estos últimos días y semanas bienvenidos».

Llegar al 21: «Sí que me lo podía pensar, en Roland Garros ya estuve cerca, después no pude seguir compitiendo. Pero no es algo que viva día a día. No pienso tengo que ganar 21… tengo que estar preparado para competir. Repito, quiero ser el que más tenga, pero no hacerlo no va a afectar a mi felicidad futura. No quiero que se saque de contexto. Tenemos que disfrutar de la competición y, dentro de ganar o perder, hay mucho camino y muchos matices. Yo siempre intento vivir estos momentos con muchas tranquilidad y normalidad».

Adaptar el calendario: «Si juego menos, no puedo considerarme tenista. Llevo dos años jugando seis y ocho torneos por año, esto no es nada dentro de un circuito profesional. No puedo ser más selectivo y quiero no tener que serlo. Las circunstancias te hacen elegir y a uno no le gusta tanto. Pero siempre tomo las decisiones de acuerdo con lo mejor para mi tenis y mi salud».

Lesiones: «2005 fue duro, la primera lesión del pie, la primera lesión difícil. Luego roturas de muñeca… estas preocupan menos, son 3-4 meses, las lesiones que tienen un calendario son mucho más fáciles de asimilar. Cuando tienes un plan de acción todo es más fácil. Hay otras lesiones, como las rodillas en 2012 desde Wimbeldon, que es un tiempo con bastantes dudas. Tienes que tomar decisiones que no te gustan. Las lesiones son como son. He pasado por muchos momentos increíbles, malos, pero los momentos malos nunca me han impedido seguir con ilusión para jugar. Más o menos siempre me he mantenido a un buen nivel y eso significa que he tenido la capacidad necesaria».

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