Año nuevo, Badosa sigue igual

Si 2021 fue el año de su escalada hasta la élite del tenis femenino, 2022 parece que va a ser el de su confirmación definitiva como una estrella de este negociado. Paula Badosa alzó ayer su primer título del año en el Sydney Classic, el segundo torneo que ha disputado en lo que va de curso tras caer en primera ronda de Adelaida ante la checa Azarenka. La española de 24 años derribó en una ardua final, resuelta tras dos horas y 24 minutos (6-3, 4-6 y 7-6 (4)), el muro mental de la checa Krejcikova, 26 primaveras, a la que tiene tomado el pulso: le ha ganado las tres veces en que se han enfrentado.

La cabeza a prueba de bombas que, entre otras cosas, ha hecho grande a Nadal, quizá fue el aspecto más destacado en el crecimiento de Paula el año pasado y este sábado volvió a demostrar que está preparada para las idas y venidas, los valles y los momentos cumbre que este nivel exige saber gestionar. Krejcikova puso por delante su condición de vigente campeona de Roland Garros y su mejor ubicación en el ranking (cuarta contra novena) desde el comienzo del partido. Badosa entró blandita, dejando muchas pelotas a media pista que la checa, con una capacidad tremenda para abrir ángulos y encontrar líneas, no perdonaba. Su primer turno al saque acabó en break y 2-0 de salida en contra. 

Tocaba resetear y el partido pasaba por no dejar pensar mucho a su rival, acortar los puntos. La española lo entendió y empezó a atacar con más fiereza: contrarrotura y 2-2. Apoyada en un porcentaje altísimo de puntos con primer saque (83%) fue ganando terreno y acabaron por llegar dos quiebres más, en el séptimo juego para adelantarse y en el noveno para sellar la primera manga.

Impasible Krejcikova, una tenista que es capaz de bromear con su entrenador en medio del tercer set de una final, recobró ímpetu con el comienzo del segundo parcial. Otra vez 2-0 para empezar y a partir de ahí un tenis de trincheras, con alternativas constantes y todos los juegos disputados, ni uno en blanco. Badosa consiguió empatar en el sexto, pero el noveno acabó en break de su rival, que no falló con su servicio para forzar el tercer set.

Pero lo que había sido un triunfo arrollador de la española en semifinales (2-0 a Kasatkina, antes tumbó a Bencic, Tomljanovic y otra campeona de Roland Garros como Ostapenko) para Krejcikova fue un parto de dos horas y media ante Kontaveit. Se tenía que notar el mayor desgaste de la checa y se notó, pero solo en última instancia, el tie-break al que se abocaron tras intercambiar roturas al inicio de la manga definitiva. Ahí Badosa cogió vuelo con un 5-2 y ya no dejó escapar (7-4 al final) el primer trofeo de la temporada, que invita a pensar en un gran 2022 para la nueva luminaria del tenis femenino español. Por lo pronto, el lunes escalará hasta la sexta plaza del ranking.

«He pasado de ser débil a muy fuerte mentalmente»

«Hace un par de años se me identificaba como una jugadora débil que se frustraba y ahora creo que es todo lo contrario. Un día me prometí luchar hasta el final», aseguró tras su triunfo Badosa, que está «muy contenta» por el cambio experimentado bajo la dirección de Jorge García. «Antes sufría mucho contra este tipo de jugadoras en pistas rápidas», reconoció antes de halagar a Krejcikova: «Barbora es de mis jugadoras preferidas. Es muy talentosa y es muy humilde. Además las dos entramos en el top-100 al mismo tiempo».

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