Aspas baila en el Villamarín

Iago Aspas reinó en Heliópolis para tumbar al Betis con dos goles y una actuación sobresaliente que impulsó al Celta hasta la victoria. El de Moaña finiquitó las esperanzas del conjunto verdiblanco, demasiado errático en cada área, y disparó las del equipo gallego, más inteligente e intenso en un Benito Villamarín que sumaba casi dos meses imbatido. Sueña con más el Celta. Detiene su ritmo el Betis.

El atrevimiento y la cautela reinaron en el inicio. El Betis quiso el balón y el Celta aplicó su impetuosa verticalidad. Avisó pronto Santi Mina, que se topó con Rui Silva tras un buen contragolpe de su equipo. Respondió Canales con una magistral asociación con Juanmi que no logró culminar William Carvalho. Ni siquiera diez minutos para que apareciera una intensidad infernal. Sufría el Betis en el repliegue mientras los de Coudet vivían en campo contrario. Con Galán insistiendo. Con Aspas esperando. El equipo de Pellegrini encontraba su peligro en el balón parado y comenzó a recuperar el balón arriba con su presión creciente. Pero en plena incertidumbre apareció Cervi al espacio para que Guardado no midiera su fuerza y provocara un inocente penalti que materializó Iago Aspas. Error del mexicano. Letal el gallego.

El tanto dañó al Betis, siempre precipitado. También empujó al Celta a mantener su plan sobre el Villamarín. Le cedió espacios a los verdiblancos, que parecían incapaces de crear en los últimos metros sin Fekir. Aidoo minimizó a Juanmi. Y Canales sólo respiraba demasiado lejos del área rival. En ese tablero de ajedrez quiso ser más listo el Celta. Aprovechó una pérdida de Lainez al borde del descanso para lanzar una contra con Iago Aspas como ejecutor y Víctor Ruiz como castigado. Un error garrafal del central le dio al ariete la opción de tirar de talento para encarar a Rui Silva y marcar el segundo a placer. Coudet sonreía en su particular batalla ante un abatido Pellegrini.

El Betis tiró de orgullo tras el descanso, pero el Celta mantenía su fiabilidad atrás pese a su zaga de circunstancias con el canterano Domínguez y el centrocampista Okay. Santi Mina se topó con la madera antes de que Pellegrini metiera en la película a Fekir. El francés elevó el peligro verdiblanco en ataque, pero ni Canales ni Carvalho acertaron en sus ocasiones. Apretaba el cuadro bético. Resistía el Celta. Con Beltrán y Denis ayudando en cada repliegue y Aspas poniendo pausa en sus salidas. No llegó la habitual inspiración ofensiva verdiblanca, quizás mérito también de un Celta solidario en el esfuerzo hasta el final. Rui Silva salvó el tercero ante Mina y el Betis puso carácter hasta el cierre. No fue suficiente para silenciar la fiesta de Iago Aspas, el líder natural de un Celta que expuso su mejor versión para avisar que su candidatura a escalar posiciones está sobre la mesa.

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