«De uvas nada, a las doce estábamos ya muy dormidos»

El equipo español de la ATP Cup, formado por Roberto Bautista, Pablo Carreño, Alejandro Davidovich, Albert Ramos y Pedro Martínez, con Tomás Carbonell como improvisado capitán por la baja de Daniel Gimeno Traver por culpa de la COVID, vivieron una Nochevieja diferente en Sídney. De hecho, se la perdieron, porque la eliminatoria contra Chile empezaba a las 10:00 hora australiana y a medianoche todos estaban descansando ya en sus habitaciones para afrontar un compromiso que sacaron adelante con brillantez y sin muchos problemas.

«Estábamos muy dormidos a las doce de la noche. Estamos con un poquito de jet lag aún. Tuvimos la cena del torneo, y estuvimos todo el equipo juntos. Pero teníamos que levantarnos muy pronto. Hemos vivido más las uvas de España en la pista», contó a AS Carreño. Y Bautista lo refrendó: «Yo las he vivido por teléfono con mi mujer y mi hijo, que llevaban los chismes típicos de Nochevieja puestos. La eliminatoria empezaba muy temprano. Pablo ya estaba calentando a las 8:30, yo a las 9:00, así que había que poner el despertador a las 6:30. Nos fuimos muy pronto a la cama».

En cuanto a sus respectivas preparaciones para llegar a este torneo por países, las valoraciones fueron un poco diferentes, aunque coincidieron en el aspecto de la necesidad de jugar más partidos para alcanzar un buen pico de forma antes del Open de Australia. «En la pretemporada no he podido entrenarme todo lo que me hubiera costado, pero todavía tenemos tiempo. Para mí estos primeros partidos seguirán siendo de pretemporada y para ir poco a poco adaptándome al ritmo de competición, al ritmo de juego. A mí siempre me cuesta un poquito empezar los años, adaptarme al calor de Australia. Pero esta vez fui jugando cada vez mejor y estuve siempre bien de actitud, que eso es fundamental. En cuanto al juego, lo fui haciendo mejor y estoy seguro de que en los próximos partidos me notaré mejor, con menos nervios y más confianza», dijo el gijonés, que sufrió algo más de la cuenta para superar a Tabilo.

«Tuvo cuatro semanas muy buenas en casa»

El castellonense, que estuvo a un gran nivel contra Garín, explicó así su inicio de curso: «Después de tener la desgracia de no poder jugar la Copa Davis, de tener una inoportuna lesión en aquel momento, pude prepararme bien y hacer cuatro semanas muy buenas de entrenamiento en casa. Estoy con buen ritmo por el trabajo duro. Siempre cuesta arrancar y hay que ir cogiendo sensaciones poco a poco (“No se te ha notado mucho, eh”, le interrumpió Carreño). A ver si podemos hacer una buena eliminatoria contra Noruega. A ver si podemos meterles el taco».

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