Un rodaje con interrogantes

La reaparición de Rafa Nadal, en la exhibición de Abu Dabi después de más de cuatro meses parado, se saldó con dos derrotas. El viernes frente a Andy Murray y hoy en el partido por el tercer puesto contra Denis Shapovalov por 6-7 (4), 6-3 y 10-6 en el super tie-break final. El objetivo de rodarse se cumplió. El de acabar con buen sabor de boca con un triunfo, no.

«Fue demasiado duro después de tanto tiempo. Pero he estado cuatro horas en pista en dos días frente a grandes jugadores y el jueves disputé otro partido ante Rublev», expresó el ahora seis del mundo, de 35 años, indicando que había venido al Mubadala World Tennis Championship a comprobar el estado de su pie izquierdo, afectado por la lesión crónica del síndrome de Müller-Weiss que le provoca dolor desde el inicio de su carrera. En el último tramo se le vio dudoso en los apoyos, con precauciones.

Mubadala World Tennis ChampionshipEl rey emérito Juan Carlos I, al igual que el día anterior frente a Andy Murray, estuvo en un palco viendo el Nadal-Shapovalov. CHRISTOPHER PIKE (REUTERS)

Nadal comenzó el primer set break abajo. De entrada, un sopapo que le ponía la tarde cuesta arriba. El canadiense, blindado con su servicio y fiando sus acciones a un tiro, avanzó con firmeza hasta el 5-4 y saque. Entonces, el español se revolvió para conseguir el contrabreak y llevar el parcial hasta el desempate, donde estuvo más sereno. Esa versión de Nadal que no fluye, pero gana partidos.

Shapovalov (22 años y 14º del ranking) es un talento volcánico, que igual saca un resto por debajo de las piernas para rematar con una genial subida a la red con revés paralelo (lo hizo en el cuarto juego) como falla puntos cantados en momentos complicados.

Nadal logró meter más ritmo en la primera parte del segundo set, pero Shapovalov se fue generando oportunidades de break hasta materializar una para 5-3, sacar y lograr la igualada. El partido se tuvo que decidir en un super tie-break que no tuvo color. Rafa no estuvo nunca en disposición de dominarlo.

Ahora, Nadal tendrá que evaluar si el test ha sido positivo y puede viajar a Australia sin arriesgar una recaída en su pie. Está apuntado al ATP de Melbourne desde el 4 de enero y después, en la misma sede, afrontaría el Open de Australia en el que buscaría su 21º Grand Slam. Queda tiempo, si la articulación responde, para culminar el rodaje y que vuelvan también las victorias.