«No me imagino mucho más en la F1»

Es siete veces campeón del mundo y sigue ganando en la Fórmula 1, sin embargo, todos tenemos una fecha de caducidad. Y Hamilton confiesa que la suya puedes estar más cerca de lo que la gente piensa. El piloto de Mercedes lo tiene claro: sigue adelante con su vida como piloto, pero también admite que no se ve en la competición muchos más años. Unas declaraciones que sorprenden y que además contrastan con las de su rival, Fernando Alonso, quien marca su tercer título de campeón como su única gran motivación.

La fecha es todavía muy incierta, pero el británico cumplirá los 37 años el próximo enero y, con una edad cercana a las cuatro décadas, quizá ve que su futuro como piloto está llegando a su fin. Eso sí, todo puede cambiar y solo el tiempo lo dirá. «No lo sé. No me imagino mucho más, pero eso puede cambiar. Cada año estás en un lugar diferente. Quizás no haya pandemia el próximo año y las cosas cambien”, comenta Hamilton a la televisión de los Países Bajos, ‘Ziggo Sport’.

Y es que, aunque pueda parecer una tontería para muchos, la pandemia del coronavirus ha sido la gran detonante de sus palabras. El heptacampeón considera que la crisis sanitaria ha afectado a sus planes, viendo la vida de otra manera y haciéndole recapacitar sobre su estancia en la más alta competición del automovilismo, a lo que se ha dedicado toda su vida: «Diría que la pandemia probablemente ha acortado mis expectativas de cuánto me gustaría estar, pero las cosas podrían cambiar. Lo que sé es que ahora mismo me encanta hacer lo que estoy haciendo. Me encanta seguir aquí y merezco seguir aquí”.

Y seguirá presente en el paddock del Gran Circo, con un nuevo compañero de equipo ya confirmado y con ansias por conocer la nueva Fórmula 1 que llegará en 2022. Por ahora, su espíritu de campeón sigue intacto y, admite, cuál es una de sus peores cualidades (y, probablemente, la que lo ha llevado a ser la leyenda que es): “Odio perder. No sé… seguro que tengo cualidades malas. Todo el mundo tiene cualidades malas. Soy muy malo con la comunicación, se me da mal mantener el contacto con la gente. Tengo mala memoria”. Pero, también resalta las buenas: “ Diría que me gusta pensar que soy muy bueno con los niños. Me encantan los niños y la familia”.

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