Una medalla se esfuma y otra se acerca

Bajo el calor húmedo de la pista del complejo de Ariake, Pablo Carreño sacó su capacidad resistencia. El español se enfrentaba a Dominik Koepfer, ese alemán peleón que desgastó durante una noche parisina a Federer. El asturiano también tuvo que hacer frente a los 30 grados, que macachaban. Pasó ambos obstáculos con éxito. 7-6 (9) y 6-3. Directo a cuartos de los Juegos de Tokio.

Carreño golpeó primero a Koepfer con un break en el primer set, de 2-2 a 4-2 pasó. Pero Koepfer es eso, peleón. Y recuperó la desventaja casi automáticamente. El tie-break se abrió paso. Y también fue un desempate correoso. Carreño se lo llevó 9-7. Entró un nuevo factor en juego: el calor. El gijonés se ponía bolsas de hielo en la cara, en cualquier lado. Todo para paliar el sofoco.

Llegó el segundo set y se ve que allá por Furtwagen, la tierra de Koepfer, tampoco es muy calurosa. Porque el alemán dejó de dar batalla a partir del 3-3. Carreño avanzaba hasta el 6-3. Pero acabó algo fundido por el tiempo extremo de Tokio: “Si digo la verdad, estoy hecho polvo, me cuesta pensar. Las condiciones son muy duras y lo sabíamos. Costó mucho, es difícil contrarrestar esto, pero al final pude sacarlo y ya estoy entre los ocho mejores”.

Carreño se enfrentará en cuartos de final a un ‘ogro’ como Daniil Medvedev, que tumbó a Fognini (6-2, 3-6 y 6-2): “Lucharemos hasta el final. Él será favorito, pero esta claro que puede haber sorpresas. Lo analizaré con mi entrenador y veremos a ver”.

El doble mixto, cancelado por el golpe de calor de Badosa

Esta tarde, Carreño debería jugar el doble mixto junto a Paula Badosa, pero la catalana sufrió un desfallecimiento en su partido y finalmente no jugarán. Han sido ya oficialmente sustituidos por la pareja francesa Ferro y Herbert.

Tras el pesar de Carreño por el exceso de temperatura en Ariake, unos minutos después, Paula Badosa desfalleció. Sufrió un golpe de calor y tuvo que retirarse del partido con Vondrousova, cuando perdía por 3-6.

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