La industria japonesa siente la presión de los costes, pero el sector servicios se muestra optimista

Por Leika Kihara y Tetsushi Kajimoto

TOKIO, 14 dic (Reuters) – La confianza de los fabricantes japoneses empeoró en el último trimestre de 2022 hasta alcanzar su nivel más bajo en casi dos años, mostró una encuesta del banco central, ya que las presiones de los costes y la perspectiva de una ralentización de la demanda global empañaron las perspectivas de la tercera mayor economía del mundo.

Sin embargo, las expectativas del sector servicios mejoraron durante tres trimestres consecutivos en el periodo octubre-diciembre, mostró el miércoles la encuesta «tankan» del Banco de Japón, muy vigilada por los analistas, a medida que se desvanecía el impacto de la pandemia del coronavirus sobre el consumo.

Según economistas, el resultado ilustra la divergencia entre la robusta demanda interna, que se está recuperando con retraso de las cicatrices de la pandemia, y el empeoramiento de las perspectivas de las exportaciones por el temor a una recesión mundial.

También puso de relieve el reto al que se enfrentan los responsables de política monetaria a la hora de incitar a las empresas a subir los salarios y compensar a los hogares por el aumento del coste de la vida, un factor que el Banco de Japón considera crucial para que la inflación alcance de forma sostenible su objetivo del 2%.

«La economía japonesa no está en mala forma y las empresas mantienen sus planes de gasto al alza. Las empresas también subirán los salarios el año que viene», afirma Yoshiki Shinke, economista jefe del Instituto de Análisis Dai-ichi Life.

«Pero la clave está en las perspectivas de la economía exterior, ya que la demanda interna no es lo suficientemente fuerte como para compensar el impacto de cualquier gran caída del crecimiento mundial», añadió.

Tanto los grandes fabricantes como los no fabricantes esperan que las condiciones empresariales empeoren en el futuro, mostró la encuesta, lo que refleja el aumento de los costes de las materias primas y los temores de debilitamiento de la demanda mundial.

Aunque algunas empresas se quejaron del golpe del aumento de los costes de las materias primas, otras vieron alivio en la relajación de las restricciones de suministro y los progresos realizados en los aumentos de precios, mostró la encuesta.

(Información de Leika Kihara; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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