Federico Viñas, el uruguayo del América que dejó el fútbol para ser repartidor de carne
El delantero de América, Federico Viñas tuvo que dejar el fútbol a los 15 para trabajar y poder ayudar económicamente a la familia, el héroe azulcrema en la última jornada donde cumplió 100 partidos con las Águilas, fue repartidor de carne durante tres años en su natal Uruguay con el papá de un amigo.
El ‘Toro’ arribó a México hace tres años siendo un completo desconocido con la responsabilidad de defender los colores del equipo más importante del fútbol mexicano, lo que fue todo un reto tomando en cuenta que su vida dio un giro absoluto en su carrera.
Pasó de jugar en el Juventud de las Piedras de Montevideo, equipo humilde que mantiene una lucha eterna por no descender a llegar a Coapa para unirse a las filas del club más ganador en la historia de México. Sin embargo, llegar al América fue un premio al esfuerzo que hizo durante años, fue alcanzar el sueño que por años mantuvo en el olvido.
Fue antes de cumplir los 15 años cuando Federico tomó la decisión de abandonar el fútbol para concentrarse plenamente en ayudar a conseguir dinero en casa, por ello, se acercó con el papá de uno de sus amigos para pedirle trabajo en su negocio, el señor aceptó y de un día para otro dejó de patear el balón para hacer entregas de carne.
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Así transcurrieron tres largos años, en los que Viñas únicamente jugaba con el balón en las ‘cascaritas’ con los amigos de la cuadra, atrás había quedado el objetivo de llegar al fútbol profesional, pero poco tiempo antes de cumplir 17 apareció la oportunidad de sumarse a las filas del Mar de Fondo Fútbol Club de la Cuarta División uruguaya.
Estando ahí fue detectado por Daniel Gutiérrez, quien se convirtió en su representante y como un primer ofrecimiento a sus 18 años lo llevó a Primera División con el discreto Juventud de las Piedras, con quienes estuvo dos años marcando un total de 11 goles entrando en el radar de Inteligencia Deportiva de Club América, quienes comenzaron a seguir de cerca y apenas cumplió 20 lo buscaron.
Su primer contrato con las Águilas fue un préstamo por un año con opción a compra; a su llegada a la Ciudad de México, el propio Viñas reveló que nunca se imaginó haber sido recibido por tantos medios de comunicación, ni tampoco era consciente de la magnitud de la institución a la que estaba llegando. «Fui a casa de mi representante y me dijo que había un interés del América, no me lo creía”, relató en el aeropuerto el día de su llegada.
Pero eso no fue ningún problema para el atacante charrúa que en su debut y con tan solo 24 segundos en la cancha metió su primer gol con la camiseta azulcrema en el Clásico Capitalino que terminó en empate 1-1, no obstante, esa anotación fue combustible para el uruguayo que en su primer torneo hizo 5 tantos, tres de ellos en la Liguilla, ganándose muy rápido el cariño de la afición.
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Por su puesto la directiva ejecutó la compra del jugador al vencer el plazo cerrando una oferta única a los que hasta el representante del ahora llamado ‘Maraviñas’ vio como una ganga a futuro: «América hizo un negocio redondo a futuro. Si costó 2 pesos, luego costará 10″, declaró el agente después de firmar el nuevo contrato que lo ató al club hasta 2024.
Ya con la camiseta de América y con toda la exposición que eso conlleva, Federico empezó a ser convocado por su Selección Sub 21 y posteriormente por la Sub 23 que buscó el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, donde conoció a Sebastián Cáceres, hoy su compañero en México y siendo una pieza importante para que su compatriota decidiera firmar para las Águilas.
Son ya 3 años jugando en la Liga Mx altibajos durante su paso en América teniendo su peor versión después de la llegada de la Pandemia en 2020 debido a que Viñas es uno de los futbolistas que más ha sufrido con el virus tomando en cuenta que desde que apareció la enfermedad el delantero se ha contagiado en tres ocasiones diferentes, mismas que provocaron un bajón notorio en su rendimiento.
Sin embargo, parece que el ‘Toro’ está en camino a recuperar su mejor versión, aquella que ofreció en su primer año en México y bajo las órdenes de Fernando Ortíz sus actuaciones van de menos a más y en su última actuación en la que celebró el centenar de partidos con el club lo confirmó al rescatar el empate con una anotación.