El futuro cardenal paraguayo aboga por el trabajo conjunto contra el crimen organizado
Asunción, 19 jun (EFE).- El arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez Flores, designado por el papa Francisco como el primer cardenal de Paraguay, abogó por el trabajo conjunto de los países del continente contra el crimen organizado.
«Con el crimen organizado habría que trabajar regionalmente o continentalmente, porque sabemos que a eso también está unido el tráfico de armas, el tráfico de drogas, el tráfico de personas», declaró el jerarca católico en una entrevista con Efe.
Tras recordar que el crimen organizado no está solo en Paraguay, mencionó los nexos de este delito con el tráfico de órganos o con los niños que «desaparecen cotidianamente» en el país, sin que sus casos sean a veces denunciados.
«Hay muchos males que vemos con mucha preocupación», añadió Martínez al aludir a los retos que afronta la Iglesia católica como voz de sus feligreses.
El prelado consideró como una de las misiones de la Iglesia «echar luces en situaciones donde hay oscuridades», pero admitió que también apelan a que las instituciones puedan combatir estos males.
Por otro lado, Martínez aludió al compromiso de la Iglesia de atender las distintas necesidades y tejer «redes de ayuda».
«Sabemos que no estamos para solucionar todos los problemas de los pobres, pero subsidiariamente sí podemos colaborar y también hacer nexo con el Estado para que pueda elevar el nivel de vida y de bienestar de las personas», aseguró.
Al referirse a Latinoamérica, que recordó fue considerada por Pablo VI y Benedicto XVI como el continente de la esperanza, resaltó que exhibe «nuevos impulsos a pesar de las dificultades».
«El 80 % de los países latinoamericanos es de católicos bautizados», afirmó el futuro cardenal, para quien la esperanza «siempre está en construcción».
NOMBRAMIENTO SORPRESIVO
Consultado sobre su designación como cardenal, confesó que lo tomó de sorpresa.
«Mi hermano se acercó y muy emocionado me dice: ‘pero, te nombraron cardenal’. -‘Ah no, no puede ser’, le dije. ‘¿De dónde sacaste eso?'», relató emocionado el momento en el que se enteró del anuncio hecho por el papa en Roma el pasado 29 de mayo.
«Después -continuó, sobre la conversación con su hermano- me mostró el video del papa desde la ventana donde menciona mi nombre y ya no habían dudas de que sí que me había nombrado sin que yo sepa».
Confesó que vaciló inicialmente, ya que hace «cinco o seis años» hubo un noticia falsa sobre su supuesta elección, por la cual incluso llegó a recibir felicitaciones y mensajes.
En todo caso, el arzobispo entendió su designación por parte del sumo pontífice como una mirada de confianza hacia él y hacia Paraguay, así como un evento que ha sido «de mucha alegría».
Celebró, además, que Paraguay «en toda su historia» dentro de la Iglesia católica nunca contó con un representante ante el Consejo Cardenalicio.
«Los cardenales están para colaborar con el apostolado del papa, del Gobierno, de la Iglesia, y está también para estar cerca de él y ser como un nexo», añadió sobre sus nuevas funciones.
Aclaró que su misión como arzobispo metropolitano de Asunción, cargo en el que fue designado el pasado 17 de febrero, continuará.
No obstante, señaló que acudirá a Roma las veces que sea convocado por el papa. Por ahora, su viaje más próximo a la Santa Sede será el 29 de junio para convertirse en arzobispo y, meses después, llegar a ser el primer cardenal paraguayo.
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