Esta casa de Windsor está torcida y su historia es tan fascinante como su forma
Windsor es una pequeña ciudad situada a unos 35 kilómetros al oeste de Londres famosa por albergar el castillo del mismo nombre, lugar que sirve como la principal residencia oficial de la familia real británica. Esta fortaleza mandada construir por Guillermo I de Inglaterra en el siglo XI es el principal monumento de la urbe, pero no el único y, desde luego, no el más curioso. Ese título, sin duda, pertenece a The Crooked House, o La casa torcida.
La particular construcción se encuentra en el centro de Windsor, entre los numerosos hoteles, restaurantes y tiendas de la ciudad turística, y llama la atención desde un primer momento por su sorprendente inclinación, que parece que está a punto de derrumbarse.
La historia de The Crooked House of Windsor, nombre completo de la vivienda, se remonta a 1592, cuando en uno de los lados de la plaza del mercado de esta localidad se construyó una casa a la que se bautizó como Market Cross House porque se hizo en el lugar donde había una cruz (ahora se alza allí una estatua de la reina Victoria).
Durante su primer siglo de vida la casa, de tres plantas, tuvo una existencia bastante tranquila, pero en 1687 las autoridades de la ciudad ordenaron derribarla para levantar el edificio del ayuntamiento.
Así se hizo en un primer momento, pero después se produjo una larga batalla judicial por los derechos de las tierras en la que se encontraba que finalizó cuando se ordenó a las autoridades de Windsor volver a reconstruir la casa tal y como estaba anteriormente.
La casa se volvió a construir en el mismo lugar y posteriormente fue reformada en 1718. Con el paso del tiempo, fue adquiriendo una forma más y más inclinada. Hay varias teorías al respecto, aunque la más extendida es que se debe a la utilización de cimientos de roble sin secar en lugar de una madera más resistente.
Cualquiera que sea el caso, lo cierto es que su forma inclinada le ha dado a la casa bastante fama y sobre ella han circulado todo tipo de leyendas. Se rumorea que en su sótano hay un pasaje que conecta directamente con el castillo de Windsor que fue utilizado por el rey Carlos II en el siglo XVII para encontrarse con su amante, Nell Gwynn, o para transportar comida desde la casa hasta la fortaleza. Ninguna de ellas está comprobada.
Lo que sí se conoce es que The Crooked House of Windsor ha albergado todo tipo de negocios. Ha sido carnicería, cervecería, tienda de antigüedades o floristería, aunque el que más tiempo duró fue el de tienda de té.
De hecho, fue durante un tiempo la tienda de té más antigua de Reino Unido, pero posteriormente la casa salió a la venta y fue adquirida por una marca de joyas de lujo.
Así continúa resistiendo al paso del tiempo y a la fuerza de la gravedad, que poco a poco va inclinando más esta curiosa construcción que bien merece una visita en Windsor.
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