El plan de futuro del Madrid
La actividad no para en los despachos de Valdebebas. La hoja de ruta para el Real Madrid de la próxima temporada ya está escrita y tiene unas líneas maestras. Fundamentalmente son las llegadas de Rudiger y Tchouaméni. El fichaje del alemán, que termina contrato con el Chelsea el 30 de junio, ya es un hecho. Tiene 29 años y, como Alaba, llega un futbolista totalmente hecho para el centro de la defensa, acostumbrado a jugar en la élite y a ganar títulos. Rudiger firma hasta 2026 y tendrá una cláusula de rescisión de 450 millones de euros.
La contratación de Tchouaméni (22 años), en cambio, todavía tiene que materializarse. Es un movimiento de última hora del Real Madrid, una operación que se retomó después de la negativa de Mbappé a jugar en el Bernabéu. El acuerdo del Madrid con Tchouaméni, que quiere jugar en el Bernabéu sí o sí, es total, pero aún se debe negociar con el Mónaco, que aspira a cobrar una cantidad que ronde los 80 millones de euros por un jugador de corte defensivo para el centro del campo. De cualquier manera, estas negociaciones no podrán dilatarse mucho en el tiempo, puesto que el Mónaco arranca la temporada muy pronto, el 18 de junio (juega previa de la Champions) y aspira a dejar este tema resuelto antes de que dé inicio la campaña.
La entidad blanca tiene muy claros qué otros puestos son susceptibles de ser reforzados, pero en ningún caso hay prisas. Fundamentalmente porque hay dos retornos de cedidos que son clave: los de Mayoral (para tener un suplente de garantías de Benzema) y Odriozola (para dar más aire a Carvajal, que tan buena final hizo en París). Si se acometen más fichajes que los mencionados de Rüdiger y Tchouaméni, dependerá de las salidas, porque se harán muchos esfuerzos en aligerar la plantilla.
Más allá de las salidas que ya son seguras, las de Bale, Isco y Marcelo, que terminan contrato, la idea es buscar acomodo tanto a Mariano como a Jovic para hacerle hueco a Mayoral. Los representantes del serbio ya están buscando activamente equipo para él. Mariano, en cambio, siempre lo pone complicado. Por otro lado hay dos jugadores, Ceballos y Asensio, con futuro en el aire. Ambos, con la necesidad de ser renovados (los dos terminan en 2023) o de ser vendido para sacarles, al menos, un rendimiento económico.
El retorno de los cedidos será importante
No solo de fichajes de relumbrón se vive. El 1 de julio vuelven los cedidos al Madrid y dos de ellos tendrán un papel importante, como avanzábamos. Odriozola (Fiorentina), Mayoral (Getafe), Kubo (Mallorca) y Reinier (Borussia) formarán parte de la plantilla blanca y los dos primeros son quienes tienen más papeletas para quedarse. Brahim es un caso especial, ya que su préstamo en el Milan se extiende hasta el 30 de junio de 2023 y no hay visos que vaya a ser interrumpida.
El lateral de San Sebastián se ha reivindicado en la Serie A y, si no hay oferta interesante, el Madrid cuenta con él. En Florencia ha madurado y sin un ‘2’ puro como recambio de Carvajal, más allá del reconvertido Lucas, gana enteros su permanencia. En tanto que Mayoral está pendiente de los interrogantes que rodean a Mariano y Jovic. «Haré la pretemporada con el Madrid y veré el feeling…», dijo recientemente.
Reinier y Kubo son otro cantar. Ambos son extracomunitarios y, aunque se espera que Vinicius y su nacionalización deje un hueco libre, las temporadas de ambos están lejos de lo esperado. El brasileño no ha logrado tener continuidad en Dortmund ni el curso pasado ni este, en sus dos años cedido en el Signal Iduna Park (apenas 741 minutos en las dos campañas). Mientras que Take ha ido perdiendo peso en el Mallorca y su progresión se estancado. El futuro de ambos va de la mano de un nuevo préstamo, ya que en el club se sigue confianza en su explosión.