Japoneses que se niegan a quitarse la mascarilla en la calle, pese al fin del uso obligatorio
En el archipiélago nipón, el uso de tapabocas ya no es obligatorio en la vía pública desde este lunes, siempre y cuando se pueda respetar la distancia social. La mascarilla sigue siendo necesaria en el interior, especialmente en el transporte público. Esta relajación es la primera en el país desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, todo indica que los japoneses seguirán llevando mascarillas en las calles.
Con Bruno Duval, corresponsal de RFI en Tokio
Japón se ha visto afectado por una séptima ola de la epidemia, mientras que casi la mitad de su población aún no ha recibido la dosis de refuerzo de la vacuna. A pesar de esta precaria situación sanitaria, llevar una mascarilla en público es ahora opcional, lo que resulta desconcertante para algunos tokiotas.
“Como la mayoría de los jóvenes, aún no he recibido la tercera dosis de la vacuna», dice un vecino de la capital nipona. “ Así que, aunque Ómicron no parece ser muy peligroso para la gente de nuestra edad, creo que es más seguro no bajar la guardia”, agrega.
Una mujer está de acuerdo con él: «El número de infecciones vuelve a aumentar y, sin embargo, a partir de ahora se puede quitar la mascarilla…». “No entiendo la lógica”, dice.
«No importa lo que diga el gobierno, yo seguiré llevando mi máscara todo el tiempo y en todas partes, y también saldré de mi casa lo menos posible y evitaré cualquier contacto con personas que no estén cubiertas», explica otro japonés. Su compatriota está de acuerdo: «Este virus me da tanto miedo que sería incapaz de relajarme en público si me quitara la mascarilla”.