«El dolor me quita la felicidad…»
Rafa Nadal vivió un calvario en su partido de segunda ronda del Masters 1.000 de Roma ante el canadiense Shapovalov. El balear fue eliminado de un torneo en el que defendía título y además perderá el cuarto puesto del ranking mundial en beneficio del griego Tsitsipas. Todo esto a diez días de empezar Roland Garros, el gran objetivo de la temporada.
El español, ganador de 21 majors, fue sincero en la rueda de prensa posterior. “¿Si voy a ir a Roland Garros? No estoy lesionado. Soy un jugador que vive con una lesión constante. Eso es mi día a día. Es difícil, la verdad… y claro que a veces me cuesta aceptarlo. Volví a tener mucho dolor en el pie y ya está, pero aún queda tiempo. Sí, puede ser frustrante que muchos días no pueda jugar de la manera adecuada. Va a llegar un momento en que mi cabeza diga basta, porque el dolor me quita la felicidad. No solo por el tenis, por mi vida. Desde la mitad del segundo set comenzó la cosa, desde ahí no era jugable para mí. Pero quiero felicitar a Denis, bien hecho por él», aseguraba el mallorquín de 35 años.
Nadal reconocía que este aumento del dolor llega en mal momento porque las cosas parecían ir de nuevo en progresión positiva: «Es triste, porque venía jugando mejor, sintiéndome bien en los entrenos… y volver a esto es duro, porque no hay nada que se pueda hacer. No se sabe si descansar o los entrenamientos van mejor. Solo queda aceptarlo y luchar. El dolor no viene por ningún movimiento. Está ahí todo el tiempo. A veces más, a veces menos. Hoy fue una locura. Eso es todo. Me encantaría contar otra cosa, hablar de tenis y hablar de otra cosa. Pero hoy es lo que hay. Lo que puede pasar en los próximos días, no lo sé. Lo que puede suceder en una semana, realmente no lo sé ahora«.
Nadal recopiló en una respuesta cómo está siendo la temporada y sus problemas: «Empecé la temporada genial y luego pasó lo de la costilla. Desde que regresé, el pie ha sido duro, siendo honesto. Es difícil para mí poder practicar de la manera adecuada días seguidos. Necesitas moverte bien para competir al más alto nivel, algo que no soy capaz de practicar ahora mismo y entonces las cosas se vuelven mucho más difíciles. Lo negativo y lo más difícil para mí hoy es que honestamente empezaba a sentir que juego mucho mejor. Mi calentamiento fue mucho mejor que el otro día».
Respecto a qué hacer, el español reconoce que tiene dudas sobre la ‘estrategia’ a tomar: «No sé si descansar, no sé si entrenar. El objetivo sigue siendo el mismo dentro de una semana y un par de días. Voy a seguir soñando con ese objetivo. Lo primero que tengo que hacer es no tener dolor para entrenar, eso es todo. Y lo negativo es que hoy eso no fue posible jugar para mí. Pero tal vez en dos días las cosas estén mejor, eso es lo que tengo con el pie. Durante Roland Garros voy a tener a mi médico allí conmigo. Eso a veces ayuda porque puedes hacer cosas. Obviamente, hoy estoy triste. Como todo el mundo sabe, es un torneo que me gusta mucho. No jugar allí es algo que no me gustaría».