Riqui, despedida en la hierba
Tres años y medio después de hacer su debut con el primer equipo ante la Cultural Leonesa («dreams comes true», tuiteó aquel día cuando Valverde le dio la alternativa en la Copa del Rey), el sueño de Riqui Puig en el Barça parece próximo a su fin. El talento de Matadepera, esperanza de La Masia cuando lideró al equipo juvenil al título de la Youth League en 2018, no ha explotado como se esperaba. No logró asentarse con Valverde, Setién o Koeman y sus fans se han llevado el último baño de realidad después de la llegada de Xavi, que sólo le ha dado 268 minutos desde que llegó el pasado mes de noviembre. 54 partidos en tres temporadas son muy pocos para un futbolista sobre el que se crearon expectativas máximas. No sólo en Barcelona. Siempre quedará para el recuerdo aquel partido en San Francisco contra el Milan, tras el cual Gattusso habló maravillas de él y Massaro, verdugo del Barça en la final de Champions de 1994, le pidió la camiseta…
El tiempo ha demostrado que lo de Riqui Puig no era una cuestión de estilo de entrenadores, sino de fútbol. Mientras futbolistas más jóvenes que él como Nico, Pedri o Gavi se han ido asentando en la primera plantilla, Riqui, a punto de cumplir 23 años, ha sido adelantado.
Explicaciones de la explosión fallida de Riqui hay muchas. Las futbolísticas tienen que ver con un jugador con dificultades para competir al máximo nivel, con menos entendimiento del juego si se le compara a Pedri, con menos físico si se le mide con Nico, con menos voracidad competitiva si se le compara a apariciones como las de Gavi. A Riqui, un ‘disfrutón’ en su época de juvenil cuando el Barça hace valer la diferencia que tiene respecto a los rivales, le ha costado dar el último salto, el que mide a los jugadores en la élite. Al menos, en el Barça. Los técnicos, muchos y cada cual con su librillo, no han confiado en él.
Riqui, que termina contrato en 2023, tiene ya decidido salir este verano del Barça, su club desde que llegó en 2013 procedente del Jàbac de Terrassa. No puede esconderse un año más en el banquillo y habrá que ver su respuesta en otro hábitat. Al menos, Riqui va a tener la oportunidad de despedirse en la hierba. La ausencia de Sergio Busquets por sanción ante el Celta; y la ausencia de Pedri, Sergi Roberto y Nico por lesión le abren la posibilidad de jugar contra el Celta, uno de los equipos que siempre ha sonado como posible destino. A Riqui le toca dar un paso adelante en su carrera, pero antes quiere irse con una sonrisa del estadio que siempre soñó pisar y del club que lleva en el corazón.