Prosigue evacuación de civiles de extensa acería ucraniana
Los esfuerzos para evacuar a más civiles de los túneles bajo una sitiada y extensa planta siderúrgica ucraniana continuaban el sábado, mientras los combatientes ucranianos resisten para impedir que Moscú tome completamente la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol.
Decenas de civiles fueron rescatados el viernes de los túneles de la planta de Azovstal y entregadas a representantes de las Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja. Las fuerzas armadas rusas aseguraron que en el grupo de unas 50 personas había 11 niños. Las autoridades rusas y la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, dijeron que las tareas de evacuación proseguirían el fin de semana.
Los recién evacuados se suman a los aproximadamente 500 civiles que salieron de la planta y de la ciudad en los últimos días.
La lucha por el último reducto de la resistencia ucraniana en una ciudad reducida a escombros por el embate ruso parecía cada vez más desesperada, en medio de conjeturas de que el presidente Vladimir Putin quiere concluir la batalla de Mariúpol para presentarle al pueblo ruso un éxito en combate que coincida con el Día de la Victoria, el cual se celebra el lunes y es el feriado patriótico más importante del calendario ruso.
Conforme se acercaba el feriado que conmemora la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, las ciudades de toda Ucrania se preparan para un previsible incremento en los ataques rusos y las autoridades exhortaron a los habitantes a que atiendan las alertas de ataques aéreos.
“Estas fechas simbólicas son para el agresor ruso como el color rojo para un toro”, expresó el viceministro del Interior de Ucrania, Yevhen Yenin. “Aunque en estos días todo el mundo civilizado recuerda a las víctimas de guerras terribles, la Federación Rusa quiere desfiles y está preparándose para bailar sobre los huesos en Mariúpol”.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, también recordó a la gente que no busque refugio en los bosques, que recientemente estuvieron bajo ocupación rusa, debido a las muchas minas terrestres y trampas con cables que dejaron.
Un misil ruso destruyó el sábado un museo nacional ucraniano dedicado a la vida y obra de un filósofo del siglo XVIII, informó el consejo local. Publicó fotografías en Facebook que mostraban el museo Gregory Skovoroda envuelto en llamas. Skovoroda es tan importante para el patrimonio cultural de Ucrania, que adorna un billete ucraniano. El museo se encuentra cerca de la frontera con Rusia, en la región de Járkiv, donde la lucha ha sido feroz.
Según el cálculo más reciente de Rusia, aproximadamente 2.000 combatientes ucranianos están atrincherados en el vasto laberinto de túneles y búnkeres debajo de la siderúrgica Azovstal y se han negado reiteradamente a rendirse. Antes de las evacuaciones del viernes, funcionarios ucranianos dijeron que unos pocos centenares de civiles también están atrapados allí y los temores por su seguridad se han incrementado al agudizarse los combates en días recientes.
Kateryna Prokopenko, cuyo esposo, Denys Prokopenko, comanda las tropas del Regimiento Azov dentro de la planta, hizo una petición desesperada para que se rescate también a los soldados. Dijo que ellos estarían dispuestos a ir a un tercer país a esperar a que concluya la guerra, pero que nunca se entregarían a Rusia porque ello significaría “campos de filtración, prisión, torturas y muerte”.
Si nadie los salva, ellos “resistirán hasta el final sin rendirse”, dijo a The Associated Press el viernes.
Zelenskyy indicó que varios “Estados influyentes” están involucrados en las gestiones para rescatar a los soldados, aunque no mencionó el nombre de ninguno.
“Estamos trabajando también en opciones diplomáticas para salvar a nuestras tropas que aún están en Azovstal”, declaró en su mensaje nocturno en video.
Funcionarios de la ONU no han hecho declaraciones sobre las tareas de evacuación de civiles, pero parecía probable que las personas recién evacuadas sean trasladadas a Zaporiyia, una ciudad controlada por Ucrania a unos 230 kilómetros (140 millas) al noroeste de Mariúpol, adonde fueron transportadas otras personas que escaparon del puerto.
Algunas de las personas que fueron evacuadas previamente de la acería hablaron con la AP sobre los horrores de estar rodeados por la muerte en el búnker subterráneo lleno de moho, con poca comida y agua, escasa atención médica y pocas esperanzas. Algunos dijeron que se sentían culpables por haber dejado a otros detrás.
““Necesitan nuestra ayuda urgentemente. Tenemos que sacarlos”, expresó Serhii Kuzmenko, de 31 años, que escapó del búnker con su esposa, su hija de 8 años y cuatro personas más, dejando atrás a otras 30.
Los defensores de la planta dijeron el viernes en Telegram que las tropas rusas le dispararon a un vehículo que evacuaba personas dentro de la planta. Indicaron que el automóvil fue alcanzado por proyectiles y que un soldado murió.
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Gambrell reportó desde Leópolis, Ucrania. Los periodistas de The Associated Press Trisha Thomas en Roma, Yesica Fisch en Zaporiyia, Inna Varenytsia y David Keyton en Kiev, Yuras Karmanau en Leópolis, Mstyslav Chernov en Járkiv, Lolita C. Baldor en Washington y periodistas de la AP en todo el mundo contribuyeron a este despacho.