Fuga de Alcaraz

Con nocturnidad, a las 22:50, y con cierta alevosía en la programación, arrancó en el estadio Manolo Santana de la Caja Mágica el partido de presentación de Carlos Alcaraz en la 20ª edición del Mutua Madrid Open. Pese a la hora, antes de un día laborable, alrededor de 10.000 personas se quedaron en la pista después del Raducanu-Kalinina del cuadro femenino, que duró dos horas y 19 minutos. La ocasión lo merecía. En 2021 la expectación fue menor cuando el murciano de 18 años barrió en su debut al francés Adrian Mannarino (6-4 y 6-0 en 71 minutos). Entonces era el 120º del mundo y llegaba con un balance de 6-7. Este martes ganó por 6-3 y 7-5 en 1h23 a Nikoloz Basilashvili instalado ya en el top-10 (es 9º). Su récord en 2022 es 24-3 (líder del año en triunfos junto con Stefanos Tsitsipas) con los títulos en Río, Miami y Barcelona. Y es favorito para levantar el trofeo en la capital de España.

El jueves cumplirá 19 años y se enfrentará en octavos al ganador del partido entre el británico Cameron Norrie y el estadounidense John Isner, con muchas opciones de pasar a cuartos y encontrarse, quien sabe si de nuevo con Rafa Nadal, como el año pasado por estas fechas y en el mismo escenario, si es que el balear, que entra al torneo con un perfil bajo y pocas expectativas, supera sus dos primeros compromisos.

El hecho es que Alcaraz es una estrella con mayúsculas y no sólo para la afición española que le jaleó a orillas del Manzanares. Tiene club de fans, peñas y una pléyade de seguidores que alucinan con su drive, sus dejadas (esta vez no hizo muchas) y las defensas con las que saca adelante puntos que parecen imposibles de ganar. Así superó los obstáculos que le planteó Basilashvili, un jugador poco temeroso que ya sabía lo que es perder contra el prodigio de El Palmar. Lo sufrió en el último Roland Garros, cuando sólo pudo ganar diez juegos en tres sets.

Fácil reacción

En esta ocasión apretó más el tenista de 30 años y 27º. Se adelantó con un quiebre en la primera manga, pero después encajó un 5-0 y la perdió. La segunda la abrió con otro break y tras la respuesta de Alcaraz, se apuntó otro, baldío también, porque el español cerró el encuentro con un 4-0 en un abrir y cerrar de ojos. Esa es una de sus fortalezas: la capacidad de escapar de situaciones que se le complican de salida sin ponerse nervioso, como aquel personaje mítico del cine, Frank Morris, que interpretó Clint Eastwood en 1979. «Al final tienes que encontrar tú el ritmo. Esa es la dificultad. Él le pega mucho a la bola y logra muchos winners, pero también falla bastante (34 errores no forzados)», explicó Charly, o Carlitos, como le gusta que le llamen, a quien el día se le hizo «un poco largo». «Me voy a acostar muy tarde. Jugar a estas horas (acabó a las 00:13) no es lo ideal». No le faltaba razón. La pregunta es si era necesario hacerle competir a las tantas.

About The Author