La célebre Via Margutta se llena de arte contra la guerra
Roma, 30 abr (EFE).- El festival «Cien pintores» vuelve a llenar de arte via Margutta, la célebre calle romana en la que vivió Pablo Picasso y por la que pasearon Gregory Peck y Audrey Hepburn en el film ‘Vacaciones en Roma’, con miles de obras que piden el fin de la guerra en esta histórica exposición al aire libre.
Más de medio siglo después de su primera edición, la Asociación «Cien Pintores» de Via Margutta ha vuelto a ocupar este fin de semana esta pequeña pero simbólica calle romana, situada detrás de Plaza España, en el centro de Roma, para celebrar su exhibición número 117, ya que se celebran tres muestras al año.
«Es muy importante porque el exponer en la calle nos da la oportunidad de dialogar con el público y de hacer llegar nuestras emociones como artistas sin intermediarios», explica a Efe la pintora y consejera de la asociación ‘Cien Pintores’, Roberta Imperatori.
La primera vez que este lugar, que siempre había sido refugio de artistas y artesanos, sirvió de museo al aire libre fue en 1953, cuando varios pintores residentes en esta calle, como lo fue Pablo Picasso en su primer viaje a Italia, salieron a mostrar sus obras a los vecinos y animar el ambiente sombrío instaurado tras la Segunda Guerra Mundial.
Más de medio siglo después esta histórica vía sigue siendo un lugar icónico en el panorama artístico de la ciudad con decenas de galerías, tiendas de antigüedad y esta popular muestra, que reúne a los apasionados del arte y los curiosos turistas.
Imperatori lleva años participando en el festival, un momento en el que, según reconoce, puede vivir su pasión «en paz» mientras presenta sus cuadros, que tienen como protagonista la figura de mujeres en armonía con el paisaje.
Sus cuadros abren en la edición de primavera la larga via Margutta, que saltó a la fama con la película ‘Vacaciones en Roma’, rodada el mismo año que se inauguró el festival, posiblemente aprovechando la popularidad que dio la cinta a la calle en la que vivía el periodista (Peck) que acompañaba a la princesa (Hepburn) en un ajetreado recorrido por la ciudad.
Tras dos años sin celebrarse por la pandemia, la calle ha vuelto inundarse con las creaciones de un centenar de pintores y dos escultores. Lanfranco Finocchili, uno de los primeros miembros de la asociación; la paisajista serbia Elena Shamrina o la pintora Laura Conenna, que dedica sus cuadros a playas inundadas de flores coloridas, figuran entre los participantes.
«Después de dos años parados hemos vuelto a desfilar por la vía más importante de Roma en cuanto a exposición de artistas se refiere», celebra con Efe Conenna, quien atiende a los curiosos que contemplan sus creaciones con una gran sonrisa.
Este año los organizadores han dedicado el festival al pintor italiano Paolo Salvati (Roma, 1939-2014), quien centró su extensa obra en la naturaleza y el color, que usó para dar vida al paisaje y al amor que sentía hacia él.
Los participantes de esta edición han hecho suyo el estilo de este pintor plasmándolo en sus obras: «Hemos mostrado sus colores y su forma de pintar poética que transmitía amor, tanto por el arte como por la Humanidad», explicó Imperatori.
Para la italiana, el mensaje de Salvati en contra de los conflictos ha cobrado mucha importancia este año en el que la guerra de Ucrania ha sacudido Europa y por eso los participantes han querido transmitir en sus creaciones este mismo «mensaje de paz con los colores y las formas».
El conflicto aparece de forma sutil en los colores, pero también más directamente en distintos cuadros, como el retrato de dos figuras, una amarilla y otra azul, que se abrazan mientras sostienen una paloma blanca, simbolizando los colores de la bandera de Ucrania y la paz, o el paisaje de un campo de cereales con un cielo azulado.
En esta «edición especial», en la que la paz es destacada a través de distintas técnicas y estilos, los artistas esperan volver a la normalidad y entablar nuevas relaciones con los amantes del arte y los curiosos que se acerquen a esta histórica calle que año tras año sigue llenándose de color y alegría.
Andrea Cuesta
(c) Agencia EFE