Bochorno de Hamilton

Se puede hablar abiertamente de la peor carrera de Lewis Hamilton desde que es piloto de Mercedes, 14º en el GP de Emilia Romaña y sin poder adelantar en la pista. De hecho, perdió un puesto con respecto a la parrilla aun teniendo en cuenta que todos los incidentes o abandonos sucedieron delante del inglés. Es su peor resultado con el equipo de Brackley sin sucesos en la pista (fue 15º en Azerbaiyán 2021, pero con un peligroso bloqueo cuando luchaba por el triunfo).

Al cruzar la meta, el propio Toto Wolff intervino por la radio: «Lo siento Lewis, lo siento por lo que has tenido que pilotar hoy, sé que es un coche inconducible». «No te preocupes Toto, solo seguid trabjando duro», respondió el siete veces campeón, a lo que el austriaco replicó: «Trabajaremos, Lewis, no lo dudes».

Con los medios, el inglés fue cortante: «Ha sido difícil, pero sinceramente no sé qué decir. No es fácil, pero al menos George sumó algunos puntos. Yo pido disculpas a todos, querría haber hecho lo mismo». ¿Qué sucedió? «No lo sé, no era lo suficientemente rápido para adelantar. El equipo lo siente también y todos trabajan al máximo, nadie se rinde, queremos progresar tan rápido como podamos». Sobre la próxima carrera, en Miami: «No puedo decir ahora mismo que esté deseando ir, pero durante la semana será diferente. Veremos en qué podemos mejorar».

«El coche era inconducible»


El director de competición de Mercedes amplió después sobre su comentario y precisó que no había ningún problema concreto en el W13. «El coche era inconducible, como antes, el ‘bouncing’ en la recta principal… por momentos era difícil mantener el coche en la pista. Lewis se merece algo mejor por nuestra parte, pero somos un equipo y tenemos que darle una máquina que pueda permitirle luchar por posiciones delanteras». Russell, mientras tanto, remontó hasta el cuarto puesto. «Con trenes de DRS, nadie puede adelantar», justifica Toto, porque Lewis se quedó encerrado «con mucho más ritmo que Gasly o Albon». «George hizo una gran carrera con un coche que no estaba afinado a la perfección», cerró el jefe.

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