«Los coches son irrompibles y el mío se destruye por un toque»

Decepcionante domingo para Fernando Alonso, otra vez, que abandonó en la séptima vuelta por un toque en la salida con Mick Schumacher. El contacto fue pequeño, pero dañó seriamente los pontones del Alpine e impidió competir al asturiano. La carrera aún no había terminado en Ímola cuando el bicampeón español charló con AS: «Me siento con poca suerte, todo el mundo estará de acuerdo. Problemas de fiabilidad, lo que sucedió en la clasificación de Australia, hoy en la salida todos se tocaron y a nadie le pasa nada, los coches son irrompibles pero el nuestro se destruye por un toque pequeño con Mick, y ya ni siquiera sé si podremos utilizar este suelo en Miami. Son muchas cosas que están fuera de nuestro alcance y que no son causa de nuestros errores, simplemente por otros. Es muy doloroso».

Sobre el contacto con el Haas de Schumacher: «No lo noté mucho, fue un toque muy, muy pequeño con Mick que solo vi en la repetición, pero fue suficiente para destruir mi coche. Hay muchos momentos de muy mala suerte hasta ahora para mí en esta temporada que no han dependido de mí. Este es otro ejemplo. Pero veremos, quedan 19 carreras todavía. El año pasado pasado después de Ímola tenía un punto, y luego tuve una temporada competitiva. Esperemos que este año sea lo mismo». «Prefiero acabar la temporada mejor que empezarla bien y terminarla mal. Si puedes elegir, siempre es mejor acabar con un buen rendimiento. Pero cuando ves las carreras por televisión, y he visto ya demasiadas en estas cuatro primeras del año, y tener solo dos puntos en la clasificación cuando debía tener 25 o 30… es doloroso», dice sobre lo que viene.

En cuanto a su motivación para seguir adelante esta temporada tras unas cuatro primeras carreras tan poco satisfactorias, se puede decir más alto, pero no más claro: «Porque me siento mejor que los demás. Cuando alguien venga y me supere por puras habilidades, o vea que ya no soy bueno en las salidas, o preparando el coche, o el otro lado del garaje es un segundo más rápido que yo y no me puedo acercar a esos tiempos… seré el primero que levante la mano y admita que ha llegado el momento de pensar en otra cosa. Pero por ahora, sucede justo lo contrario. Me encantan las carreras».

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