¿Apagar el motor con el coche parado o no? La respuesta es cuestión de segundos
Al igual que ocurre con la calefacción, la creencia de que es más económico dejar encendido el motor del coche mientras se está parado en espera que apagarlo y volverlo a encender porque se consume más combustible en el arranque está bastante extendida. Sin embargo, los expertos en esta materia no están de acuerdo del todo con esta afirmación y, al igual que se ha explicado que supone más ahorro apagar la calefacción que dejarla en marcha toda la noche o cuando se está fuera un tiempo considerable, ocurre igual con el motor de un vehículo.
Esta apreciación es algo que se lleva haciendo desde hace ya algunos años. Son recurrentes las publicaciones en medios de comunicación especializados o generalistas de estudios y opiniones de expertos que desmienten el mito de que dejar el motor encendido mientras se espera ahorra combustible. Un dato que conviene recordar en estos tiempos de precios energéticos y combustible disparados. Eso y que un motor encendido sin necesidad, además de consumir carburante y dinero, también contamina.
En este sentido, desde hace algún tiempo es recurrente mencionar un estudio de 2004 recogido por Gizmodo realizado con el objetivo de calcular cuál era el ahorro de los sistemas conocidos como start/stop. Las pruebas se hicieron con dos motores idénticos. Uno se apagó y encendió un número de veces determinado para evaluar el consumo de esta operación y otro se dejó en marcha. La conclusión a la que se llegó entonces fue que encender el motor consumía lo mismo que siete segundos con él en ralentí. Los segundos pueden varias según el modelo, pero el dato resultó esclarecedor.
Otra de las fuentes habituales para desmontar el mito de que mantener el motor encendido ahorra más combustible que apagarlo y encenderlo mientras se espera es un vídeo de Engineering. La conclusión del mismo es que los sistemas de start/stop, que apagan y encienden el motor en las paradas, pueden ahorrar entre un 4 y un 8,7% de combustible. Además, este sistema, como explicaron en la sección de Motor de El País, multiplica hasta por seis el ciclo de arranques de un vehículo, que puede ser una de las mayores preocupaciones de un conductor a la hora de decidirse. Su función es precisamente la de apagar el motor cuando se está un tiempo determinado parado, sin necesidad de hacerlo voluntariamente.
El equivalente en segundos entre el consumo de un coche parado con el motor en marcha y el arranque puede variar según las características del modelo y eso hace que el tiempo de espera en el que compense apagar o no sea uno u otro. Una campaña de Sustainable America, citada por la revista CG, daba la horquilla de entre 5 y 10 segundos. Por encima de ahí, el coche gasta más en ralentí que lo que consumiría arrancándolo de cero.
Este planteamiento hace referencia a vehículos en circulación con paradas largas debido a un tráfico intenso, a semáforos, a un accidente… A este tipo de ‘incidencias’, por decirlo así. Pero se puede aplicar también a situaciones más predecibles como el ir a recoger a alguien y esperar a que llegue o la clásica espera aparcando en doble fila mientras el copiloto se baja para hacer un recado.
Más allá del consumo y del ahorro, es posible que haya quien incluya también en la ecuación a la hora de decidirse por una opción u otra variables como la molestia de tener que estar arrancando continuamente cuando los paros son muy cortos y seguidos o el hecho de que el aire acondicionado y la calefacción no funcionarán con el motor apagado. Son variables a tener en cuenta también.
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