El Betis sale vivo de Vallecas

Vallecas sigue siendo terreno inexpugnable. Nadie venció allí en toda la primera vuelta y el Betis tampoco fue capaz de hacerlo en la inauguración de la segunda. Canales puso el 0-1, minutos después de la polémica expulsión de Álex Moreno, mientras que el Rayo supo sufrir cuando tocó y, con uno más desde el 34’, encontró premio a su búsqueda incansable para burlar su destino. Balliu anotó el 1-1 y los franjirrojos acariciaron la remontada en una extraordinaria segunda mitad. Los verdiblancos sobrevivieron al asedio final y regresaron a Sevilla muy indignados con el arbitraje.

Las alineaciones presentaban sorpresas. Ni rastro del cancerbero franjirrojo Dimitrievski, por unas molestias, ni del pichichi verdiblanco Juanmi, quien se sintió indispuesto horas antes de la cita. El Betis apostó por la intensidad y canalizó el juego por las bandas, provocando que el Rayo se mostrase más incómodo que de costumbre. Eso sí, ordenado en defensa. Un tímido tiro de Canales, que murió en las manoplas de Luca, descorchó el partido. Isi tuvo la réplica, aunque su disparo se perdió fuera. La interpretación estaba siendo coral. Ambos se alternaban el dominio del esférico, las llegadas… Si Fran García se erigió en el muro para Tello, Edgar lo fue para Balliu.

Y en esos continuos trayectos de ida y vuelta, apareció Isi para elevar las pulsaciones de los andaluces. El murciano armó un zurdazo que Rui Silva tuvo que detener en dos tiempos. También Luca pasó un difícil examen, parando primero un disparo de Fekir y acto seguido, el rechace de Álex Moreno. Aunque fue éste quien copó el foco instantes después, por una entrada sobre Isi que le abrió una brecha en la cabeza y acabó con la roja para el lateral zurdo. Hubo tangana, indignación en la grada… Y el Betis se quedó con diez a los 34 minutos. No obstante, el cabreo de los visitantes se recrudeció por una posible mano de Catena dentro del área que no fue señalada.

De la adversidad, el Betis sacó una oportunidad. Merced a tres de sus mayores talentos. Fekir abrió a la derecha hacia Bellerín, que esquivó a Luca y le sirvió el balón a Canales para que rematase a placer con la portería vacía. Un jarro de agua fría para los vallecanos, conscientes de que debían llevar la voz cantante si querían evitar su primer naufragio en casa. El primer supuesto lo cumplieron y se hicieron con la posesión en la reanudación. Balliu se topó con Rui Silva y Carvalho, con Luca. Y en una de esas llegadas, los franjirrojos reclamaron un posible penalti sobre Falcao.

La lluvia de ocasiones no estaba mojando a los verdiblancos, aunque parecía cuestión de tiempo que le calara. Un testarazo de Falcao, a la salida de un córner, se perdió alto y el marcador seguía dictando sentencia. Sin embargo, el Rayo se negó a aceptarla y peleó hasta tejer el empate. Trejo se la puso a Bebé, que oteó a Falcao y su cabezazo se estrelló en el palo, erró Bartra en el rechace y Balliu, con sangre fría y calidad a partes iguales, firmó con la diestra el 1-1 para el delirio de la hinchada.

El Rayo seguía erre que erre. Edgar repelió un lanzamiento de Falcao y Guardiola enganchó el balón que detuvo un magistral Rui Silva. No había tregua para el cancerbero, dispuesto a convertirse en el héroe bético. Volvió a desmantelar como pudo un trallazo de Bebé y desvió el de Álvaro a renglón seguido. El pitido final fue música para sus oídos y los de Iraola, los mejores locales de Europa, cedieron su segundo empate del curso —el Betis se une al Celta en ese reducidísimo club— y se mantienen invictos. Vallecas fue, es y será fiera difícil de domar…

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