Djokovic recurre y seguirá en Melbourne hasta el lunes

Novak Djokovic permanecerá en Melbourne al menos hasta el lunes y su participación en el Open de Australia aún no está descartada, después de que sus abogados recurrieran este jueves ante el Tribunal Federal la revocación del visado del serbio y su consiguiente deportación por no cumplir con las condiciones exigidas para la entrada al país. Tras una breve vista preliminar, el juez Anthony Kelly decreto que ambas partes presenten sus alegaciones durante el fin de semana para tomar en el inicio de la próxima semana una resolución definitiva.

El número uno del mundo, que ha decidido no vacunarse contra la COVID, solicitó una exención médica que le permitiera ingresar en la nación y disputar el primer Grand Slam de la temporada. Según ‘The Age’, Djokovic habría alegado como motivo de su petición que padeció la enfermedad en algún momento de los últimos seis meses, una razón cuya validez fue descartada por el Gobierno australiano en una carta oficial tras consulta realizada por el director del torneo, Craig Tiley. El mencionado diario señala también que la documentación presentada por el balcánico es mínima y apoyada por un solo médico. Una afirmación confirmada por el primer ministro, Scott Morrison: “Todo lo que puedo decir es que la prueba de exención médica que se proporcionó se consideró insuficiente y que las reglas de control fronterizo son claras y no discriminatorias”, en respuesta a las acusaciones de “acoso contra el mejor tenista del mundo” proferidas por el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, en mitad de un clima hostil avivado por el padre del jugador, Srdjan Djokovic, que afirmó que lucharían por “la libertad” de su hijo “en las calles”. Unas declaraciones que podrían hacer que las autoridades australianas veten a Djokovic por un plazo de tres años. El exjugador y capitán serbio de Copa Davis, Viktor Troicki, calificó de “maltrato” y “gran escándalo” el trato recibido por su amigo y compañero.

Djokovic, que llegó el miércoles a la capital del estado de Victoria, fue trasladado a un hotel de cuarentena de la ciudad que es utilizado para retener a refugiados que piden asilo o inmigrantes que presentan irregularidades en sus visas. Es el Park Hotel, conocido coloquialmente como Park Prison y calificado como “nefasto”, y en el que Djokovic, que pidió ser trasladado junto con el resto de su equipo, se encuentra solo, sin su equipaje y en una habitación en la que hay insectos, tal y como señaló el periodista serbio Sasa Ozmo. Desde allí Djokovic quiso mandar su primer mensaje que leyó su hermano Djordje en una rueda de prensa. «¡Dios lo ve todo! Mi bendición es espiritual y la suya, material».

Grupos de defensores de los derechos humanos se manifiestan regularmente en sus inmediaciones para pedir la liberación de las personas detenidas en él. Los representantes legales del nueve veces ganador del major aussie solicitaron al juez Kelly que este fuera trasferido a un alojamiento con pista de tenis y que la decisión sobre su deportación fuera tomada antes del martes por motivos de programación del Abierto oceánico. Sin embargo, las autoridades australianas han abierto una investigación a otro jugador no vacunado y un funcionario después de que el tenista lograse entrar en el país antes de la llegada de Djokovic a Melbourne.

Nadal y las “consecuencias”

Mientras, las reacciones de todo tipo, a favor y en contra, se sucedieron en todo el mundo. Una de las más llamativas y contundentes fue la que ofreció Rafa Nadal tras ganar su primer partido oficial en cinco meses en el ATP 250 de Melbourne. «Solo puedo decir que creo que la gente que sabe de medicina dice que tenemos que vacunarnos, y necesitamos hacerlo”, dijo el balear. “Pasé la COVID y yo lo he hecho dos veces, y si lo haces no tienes problemas para jugar en el Open de Australia ni en ningún sitio. Cada uno es libre de tomar sus decisiones, pero tienen sus consecuencias”, continuó. “No me gusta esta situación, y lo siento por él de alguna manera, pero conocía las condiciones desde hace meses. Es una persona mayor y con sus decisiones tiene que pagar las consecuencias. Desgraciadamente estamos en una pandemia y hay que pararla como sea, y la única manera es seguir las indicaciones y las normas que nos dicen», concluyó.

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