«Me impactó el tono extremo del odio y las amenazas de muerte»

Mientras Lewis Hamilton sigue desaparecido del panorama mediático dejando ciertas dudas sobre su futuro, Nicholas Latifi regresaba a las mismas este pasado martes. Depués de más de una semana de silencio, el piloto de Williams dejaba un mensaje en sus cuentas personales, revelando la necesidad de desconectar tras toda la polémica creada en Abu Dhabi y dejar que el tiempo curara unas heridas difíciles de superar para Mercedes. Sin buscarlo, el canadiense se convirtió en la clave del título de Max Verstappen y, por consiguiente, de la debacle de Hamilton tras dominar toda la cita en Yas Marina.

Incluso sin poner fin a la cita, Latifi sabía la que se le venía encima. Para bien y para mal porque, pese a que la gran mayoría de los mensajes en redes sociales «han sido de apoyo», la crueldad siempre aparece por parte de unos pocos, aunque en su peor versión. «También ha habido mucho odio y abuso», confiesa el de Williams en el mismo texto, que se vio envuelto en la gran polémica del año. Su accidente provocó el Safety Car que dejaría una última vuelta para la historia de la Fórmula 1. Desde ese domingo, las dudas inundaron la mente de Nicholas: «He estado intentando averiguar cuál es la mejor manera de manejar esto. ¿Lo ignoro y sigo adelante? ¿O me ocupo de ello y afronto el problema mayor que, por desgracia, es una realidad cuando se utilizan las redes sociales?».

Y, pese a que las aguas están ya más calmadas, Latifi no ha querido dejar pasar el momento ni permitir que el odio siga ganando la partida en redes sociales. El canadiense ha sido valiente y denuncia en su comunicado el acoso que ha sufrido en los últimos días con la «esperanza de que esto pueda desencadenar otro discurso sobre las redes sociales y las drásticas consecuencias que puede tener en las personas». «Utilizar las redes sociales como un canal para atacar a alguien con mensajes de odio, abuso y amenazas de violencia es escandaloso, y es algo que estoy denunciando», anuncia, siendo consciente de «cómo iban a desarrollarse las cosas en redes» desde que la bandera a cuadros hondeó en Abu Dhabi. Y es que el acoso fue tan grande que incluso se planteó la posibilidad de «borrar Instagram y Twitter» de su teléfono para evitar «la cruda realidad del mundo en el que vivimos ahora» que, como bien indica, no le sorprendió. Tampoco que hablen mal de él en redes sociales, un hecho que asocia a su papel de deportista en el panorama mundial: «Es algo que a veces viene de serie».

Sin embargo, tras «este incidente en el momento equivocado», el odio sobrepasó la línea: «Lo que me impactó fue el tono extremo del odio, el abuso e incluso las amenazas de muerte que recibí». «Muchos de los comentarios que recibí la semana pasada cruzaron la línea hacia algo mucho más extremo. Me preocupa cómo podría reaccionar otra persona si alguna vez se le dirigiera este mismo nivel de abuso. Nadie debería dejar que las actividades de una minoría ruidosa dicten quiénes son», explica, dejando claro que unos comentarios no le van a frenar en su lucha por mantener su hueco en la Fórmula 1. Solo le debe explicaciones a su equipo. «Tanto si corro por victorias, podios, puntos o incluso por el último puesto, siempre lo daré todo hasta la bandera a cuadros. Soy igual que cualquier otro piloto de la parrilla en ese sentido. Para la gente que no lo entiende, me parece bien. Pueden tener su opinión», planta cara al odio en su regreso a la escena pública. Con valor, Latifi vence el miedo y no va a «quedarse callado».

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