Nuevo embrollo para Ancelotti
El Real Madrid sufrió ante el Cádiz en el Santiago Bernabéu el primer retroceso en mucho tiempo. Tras diez victorias consecutivas, el equipo blanco no pudo pasar del empate sin goles, en un asedio constante e infructuoso: 82% de posesión, sólo cuatro remates concedidos al equipo gaditano, un total de 36 disparos del Madrid (9 a puerta, 12 fuera, 15 bloqueados), el portero Ledesma siendo el mejor del Cádiz de forma indiscutida… Todo para un punto que sabe a poco y que supone el primer recorte de ventaja que sufre el Madrid en Liga desde hace muchas jornadas. Y lo peor es que el partido deja secuelas para el futuro, en forma de una ausencia destacada.
Casemiro llevaba varias jornadas esquivando la quinta amarilla, la que suponía sanción. El brasileño la vio al fin ante el Cádiz, en el minuto 25, tras una entrada por detrás sobre Alejo en la que el Cádiz reclamó un castigo mayor que, por suerte para el ’14’ y para Carletto, no llegó. Pero lo que sí es seguro es que Casemiro arranca sus vacaciones de Navidad antes de tiempo, pues no podrá estar el miércoles en Bilbao ante el Athletic, lo que crea un rompecabezas para Ancelotti, pues el brasileño es, sigue siendo, el único jugador de la plantilla sin un recambio natural.
Es un problema que se viene repitiendo desde hace años; el Madrid confió siempre en las estupendas condiciones físicas de Casemiro y prefirió firmar otros perfiles de centrocampistas. Así, durante años su relevo cuando descansaba o se lesionaba era Kovacic, un interior de cajón, un rompelíneas a lo Modric. En 2017 el Madrid repescó a Marcos Llorente para solventar ese problema, pero Zidane nunca confió demasiado en él, aunque sí lo hizo Solari. El retorno de Zizou al banquillo en 2019 marcó el destino del madrileño, que fue traspasado al Atlético y, curiosamente, ha desarrollado su carrera abandonando la posición de ‘5’ para convertirse en un jugador de ataque, ya sea en la banda o como carrilero de largo alcance.
Y así el Madrid se encuentra con el problema que se le presenta de cara a San Mamés. En la plantilla no hay un relevo específico, sí hay perfiles que pueden adaptarse, pero está por ver con qué solvencia. Fede Valverde ha hecho ese rol más de una vez, pero encajonarse entre los centrales le resta al uruguayo lo mejor que aporta, su enorme despliegue y cambio de ritmo, un acelerador natural de los ataques blancos. Camavinga es otra opción, pero el franco-angoleño tiene un perfil más parecido a Modric, de interior, y su juventud e ímpetu en las marcas genera dudas, en una posición en la que el rigor táctico no es negociable.
El futbolista más similar a Casemiro del que puede disponer Ancelotti está en el Castilla y se llama Antonio Blanco. El cordobés ya tuvo algunos minutos el curso pasado a las órdenes de Zidane, siendo titular en dos ocasiones en Liga ante la plaga de lesiones, pero Carletto no ha confiado demasiado en él de momento: apenas 36 minutos con el primer equipo, en dos partidos. La llegada de Camavinga en el último día de mercado fue un jarro de agua fría sobre el medio del Castilla, que vio automáticamente cómo sus potenciales minutos con los mayores se recortaban. Y lo peor es que tampoco está pudiendo jugar con el Castilla, con el que apenas acumula 630 minutos; las constantes convocatorias con el primer equipo, para no salir del banquillo, le dejan sin jugar también a las órdenes de Raúl en muchas ocasiones. Frente al Athletic, Ancelotti podría optar por un perfil muy específico como el suyo para asegurar la consistencia defensiva.
Ni Casemiro… ni Modric
Y es prácticamente seguro que a la baja de Casemiro se une la de Modric, lo que dejará a Kroos como único integrante de la tripleta medular en el once de Bilbao. El croata fue positivo por COVID al inicio de la semana pasada, pero el viernes dio negativo en la PCR y Ancelotti podría disponer de él próximamente. Sin embargo, la legislación de la comunidad autónoma vasca en este asunto se interpone en el camino de Modric.
En Madrid, los casos positivos deben aislarse diez días, si bien en los vacunados una PCR negativa y una serología que demuestre que la infección está resuelta valdrían a ojos de la Comunidad para que Modric jugase. Sin embargo, en País Vasco no hacen excepciones, deben cumplirse los 10 días de aislamiento desde el inicio de síntomas; Modric comunicó al servicio médico blanco las primeras señales de enfermedad el martes, por lo que finalizaría su cuarentena el jueves 23. A tiempo para cenar en Nochebuena… pero no para jugar en Bilbao.
En cualquier caso, existe bastante confusión a este respecto, ni el Real Madrid ni el Athletic (que también tiene casos positivos que podrían pasar a negativos antes del duelo) tenían claro el proceder en este caso. Ancelotti ya anticipó que Modric sólo viajaría a Bilbao si la legislación así lo permite. Y el croata sigue sin ejercitarse con el grupo, mantiene ciertos síntomas pese a que las PCR siguen saliendo negativas y en el Madrid asumen que deberán apañarse en la nueva Catedral sin él.