¿Y si Max choca a propósito?

La «maquinaria británica», como recientemente bautizó Alonso en una entrevista con la prensa holandesa, se ha debido poner en marcha. Los tabloides ya recogen la inquietud ante la posibilidad de que un accidente voluntario entre Verstappen y Hamilton otorgue el título al piloto de Red Bull. En el pasado se dieron situaciones similares con protagonistas ilustres como Senna y Prost (mutuamente, en Suzuka 1989 y 1990) o el propio Michael Schumacher (con Damon Hill en 1994 y Jacques Villeneuve en 1997).

Lewis reconoció tras la polémica carrera en Arabia Saudí que debía «terminar los grandes premios y mantener el coche de una pieza, aunque es difícil hacerlo en estas circunstancias» y que «todos los pilotos menos uno» han entendido lo que se debe o no hacer para adelantar. Toto Wolff no fue excesivamente duro con el oponente tras la carrera, aunque dejó caer un: “Espero que este Mundial fantástico no se decida por un accidente”. En Red Bull estaban más pendientes de protestar la jurisdicción que llevó a Max a devolver dos veces la posición al inglés, pero Verstappen ha pasado recientemente por alto la elevada siniestralidad entre los dos candidatos al título: se chocaron en Silverstone (sanción a Lewis), Monza y Yeda (Max fue el culpable para los comisarios).

Mientras tanto, en el Daily Mail sostienen que Max hará «todo lo posible» para ganar el Mundial, citando unas palabras de Jos Verstappen, expiloto y padre del líder del Mundial, y dejando entrever lo que eso podría significar. Muchos condicionales, en cualquier caso, alrededor de las declaraciones asépticas de la figura paternal. Jos, por cierto, confesó en De Telegraaf recientemente que no habla con su amigo Toto Wolff desde el GP de Gran Bretaña, ese que su hijo terminó en el hospital mientras Hamilton celebraba el triunfo.

Los choques restaron 42 puntos al liderato de Verstappen

Aunque parezca que Verstappen fue más marrullero que Hamilton durante esta temporada en general, y en Jeddah Corniche, en particular, es cierto que los accidentes que más desequilibrios generaron en la clasificación del Mundial los sufrió Max en sus propias carnes: Sir Lewis recortó 26 puntos tras el toque de Inglaterra y otros 16 en Hungría, cuando Bottas se llevó por delante en la salida al piloto de Red Bull. Sólo así se explica que un piloto que ha sido primero o segundo en todas las carreras que ha librado sin incidentes, y que ha liderado más del doble de vueltas que el siete veces campeón británico, no haya certificado el título todavía. 

En Jerez 1997 se descalificó a Schumacher por echar de la pista a Villeneuve para hacer bueno su punto de ventaja en la general. El título recayó en el canadiense por la dura sanción. Lo recuerda The Sun con declaraciones de Damon Hill, que lo sufrió años antes, y que propone legislar antes de que suceda: «La FIA debería advertir a los pilotos y equipos antes para que sepan lo que podría suceder, si van a quitar puntos o cuál es la penalización. Hay pilotos que conducen sin ningún tipo de compromiso y Max es uno de ellos. Habilidoso, brillante y emocionante, creo que Lewis es ahora muy cauto y es consciente de (lo que puede hacer) Max. Va al límite, es por un Mundial y habrá lágrimas».

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