«El problema de Dembélé es que es muy de ¡uy!»
El ‘efecto Xavi’ se diluye
Batacazo antes de Múnich. Xavi catalogó este partido de «final», y la ha perdido. Es su primera derrota al frente del banquillo blaugrana, una tan dolorosa que abre un mar de dudas antes de la velada del año (el asalto al Allianz) y puede que otro de puntos con Europa.
Juanmi, viejo verdugo y Zarra en solitario, aprovechó una acción aislada para ejecutar a los blaugranas. Canales inició la jugada con un eslalon Maradoniano, Tello temporizó, abrió hacia Juanmi y este, sobre las brasas donde todos saltan de pavor, tocó su violín y silenció el Camp Nou. Novena diana en Liga para el Zarra.
Dembélé, que salió a la hora de juego, fue un oasis. Nada de Memphis, Abde, Nico o Riqui Puig. Tampoco de JordiAlba y menos de Dest, señalado por perder la marca en el gol. Gavi, el único brote verde junto al Mosquito, se marchó mareado en la primera parte por un pelotazo de Bellerín. Al Barça le llueve sobre mojado. Y su herida, lejos de cicatrizar, se hace más grande.
Ahora, a Múnich. Casi nada.