Alcaraz aterriza en la Davis

De El Palmar (Murcia) al top-50 del ranking, los Grand Slams, las NextGen Finals, los primeros títulos… y ahora la Copa Davis. El año de la irrupción de Carlos Alcaraz (18 años) en la primera fila del tenis mundial tiene como colofón y premio final su inclusión en el equipo español para la competición por países, que tras un 2020 de parón pandémico vuelve a Madrid (sede principal) desde el jueves con nuevo emplazamiento, el Madrid Arena, en sustitución de la Caja Mágica.

En la pista con aforo para 9.000 personas que se ha montado en el recinto madrileño se entrenan desde el domingo, en doble sesión, los chicos de Sergi Bruguera. Primero Bautista y Alcaraz, después Carreño y Feliciano López. El doblista Granollers se unió ese mismo día a la concentración procedente de las ATP Finals, en las que llegó hasta semifinales.

Todos menos Alcaraz ya tienen una experiencia considerable en la Davis y formaron parte del equipo campeón en 2019. El murciano viene a ocupar el hueco que deja Rafa Nadal por sus problemas físicos. Y aunque los galones del balear deben recaer, por edad y ranking, en Bautista, la mayoría de miradas estarán puestas en la nueva esperanza nacional.

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AS GRÁFICOS

Lejos de arredrarse por ello, Alcaraz se crece con las expectativas. «Espero debutar ganando y con el estadio lleno», lanza el pupilo de Juan Carlos Ferrero, que podría convertirse este viernes en el segundo español más joven de la historia (con 18 años y seis meses) en debutar en este torneo tras Nadal, que lo hizo con 17 años y 8 meses, si Bruguera le da la alternativa en el primer cruce, ante Ecuador (16:00 horas).

Carlos asegura estar disfrutando «al máximo» su convocatoria con la Armada. «La verdad es que estoy entrenando bastante bien, y me estoy sintiendo muy cómodo junto a todo el equipo», añade. Estos días no recibe aún muchos consejos porque, aclara, en los entrenamientos no se pone «nervioso». «Sobre todo estamos pasándolo bien, intentando relajarnos y disfrutar al máximo», confiesa con la ilusión del debutante, que no bisoñez, pues también manda un mensaje contundente a sus próximos rivales: «Que piensen que lo van a tener difícil, que van a tener que correr y sudar mucho para poder ganarme. Quiero hacerles sentir un poquito de miedo».

Campeón júnior. No es la primera toma de contacto de Alcaraz con la Davis, pues ya fue campeón júnior en 2018, pero reconoce que «esto es otro mundo». «Cuando me lo dijo el capitán no me lo creía. Era un sueño que tenía desde niño y poder cumplirlo con 18 años es superbonito y muy especial», agrega. Ahora espera aprender «muchas cosas dentro y fuera de la pista» pero «sin presión», siguiendo las recomendaciones de Ferrero. Asume que el reto, con la poderosa Rusia de Medvedev, Rublev y cía en el grupo, es «difícil», pero confía en poder hacer «algo grande».

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