Muguruza inicia la reconquista

La japonesa Naomi Osaka se coronó en el Open de Australia, el primer gran título del año. La checa Barbora Krejcikova, en Roland Garros. La australiana Ashleigh Barty, en Wimbledon. La británica Emma Raducanu, en el US Open. La suiza Belinda Bencic, en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y, al fin, la española Garbiñe Muguruza, en las WTA Finals. Los seis grandes trofeos de 2021 se los han repartido seis tenistas diferentes de seis países distintos. La prueba evidente de la enorme igualdad que impera en el circuito femenino. En el cierre de la temporada, España se ha llevado un trozo gordo de la tarta. Tenía dos balas. Una, la de Paula Badosa, que pide paso entre las grandes. Y otra, Muguruza, que ya sabía lo que era estar entre las grandes, pero le faltaba encontrar el camino de regreso. Lo ha hecho. Garbiñe abrocha el curso con tres torneos más en su palmarés, algo que no había conseguido nunca, y con el título de maestra, el primero individual para una tenista española. De paso se aúpa al número tres del mundo, un buen trampolín para iniciar la reconquista del número uno, para volver al trono donde ya se sentó en 2017.

Muguruza llegó a esta final de maestras con dos precedentes contradictorios ante Anett Kontaveit. Tres días antes, aquí mismo en Guadalajara (México), la española había logrado una solvente victoria: 6-4 y 6-4. Un mes atrás, en Moscú, fue la estonia quien se impuso con arrolladora facilidad: 6-1 y 6-1. Simbólicamente, son las dos caras de Garbiñe en su trayectoria, capaz de lo mejor y de lo peor. Hacía falta comprobar cuál sería el rostro que se asomaría al partido por el título. Tenía la pinta de que iba a ser su mejor versión, que era la que se había visto durante toda la semana, pero había que rubricarlo en la pista. Y lo hizo. Muguruza ha recuperado la confianza, el juego… Y la mirada de campeona. Es la manera más óptima de acabar la campaña. Ahora tiene un año en el horizonte para refrendar su progresión. Con un ilustre pasado por detrás y un brillante futuro por delante. La reconquista ha comenzado.

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