«¿Madrid? Me hice querer también, ¿eh?…»

Después de la presentación, Daniel Alves contestó a las preguntas de los medios. Antes, hizo una pequeña introducción. «Para mí es un gran honor y un gran placer volver a vestir la camiseta del Barça. Hace mucho tiempo, el presidente me dio la oportunidad de vivir las mejores cosas que he podido vivir como futbolista. Y me vuelve a dar esa oportunidad. A partir de ahí, hay que empezar a construir y reconstruir para vivir grandes momentos. El Barça se ha hecho así, con grandes momentos. El Barça es mucho ‘mes’ que un club».

¿Cómo han sido los primeros dos días?

«Muy especiales. Volver a meterme en el vestuario y vestirme de corto…. Me ha hecho recordar muchas cosas que he vivido pero, más que nada, traer un poco de alegría, de ilusión para ellos. En estos últimos tiempos, este equipo se ha ido cargando de cosas negativas y es hora de que eso cambie. Nuestra misión aquí y la del club y de Xavi no es buscar el problema sino la solución. Todos los que se dicen culés, es el momento de que puedan reconstruir el club. El reto es grande pero hay ganas».

¿Qué cree que pueda aportar?

«Luchar por lo que deseamos. Tengo un poco menos de pelo pero las ganas van a ser igual de grandes. Sé lo que representa este club y sé lo que puedo aportar, tanto dentro como fuera, creando sinergia con club, afición. Al fin y al cabo, nosotros también hemos malacostumbrado a la gente por tantos títulos y tal vez esté desconfiado. Pero creo que si todos remamos hacia el mismo lado, el barco llegará al puerto».

¿Cómo se gestó su llegada?

«Yo me puse pesado con el presi. Le dije que quería volver, que quería ayudar. No me veía en la obligación sino en el placer de ayudar. Igual me puse tan pesado que le dijo a Xavi, tómalo que ya no lo aguanta más, Y Xavi me dijo que contaba conmigo si quería venir. Muchas veces la gente se enfoca mucho en cuánto vas a ganar, cuál es tu sueldo. Para mí no es importante. Yo nunca he tenido nada. Para mí es importante mantener a mi familia y la gente que cuido, pero no era momento de eso. Sino de reconstruir al equipo. No tuve ni que pensar. Lo demás es secundario, sobre todo cuando uno recibe la llamada del Barça con el objetivo. Estamos dispuestos a cualquier cosa. Y para la rúa, que cuando se gana es muy bonita».

Tiene 38 años. El otro día dijo que era «forever young». ¿Cómo se encuentra, viene con la idea de ser titular?

«Yo no he nacido para ser segundo. Vengo a guerrear. No vengo a pasar el tiempo. Vengo aquí para jugar. Para pelear y tener el derecho de jugar. No vine porque haya hecho historia aquí o tenga buena relación con el entrenador o como jugador. Yo voy a conseguirlo. Pelear y aportar desde dentro. Desde fuera puedo aportar, pero desde dentro también. Ese es mi objetivo. La edad es sólo número. Se está viendo muchos jugadores grandes dando rendimiento. La gente dudaba en los Juegos de si podía o no y lo he demostrado. La gente va a esperar lo mejor de mí y voy a responder».

¿Se imagina que Messi se arrepiente de estar en París?

«¿Digo algo? Si me dan un par de horas lo voy a buscar. Para mí, el pibe es lo más grande que he podido ver. Siempre se echan de menos a los grandes, sobre todo cuando tienes buena relación. Sería increíble volver a verlo aquí, pero infelizmente no pudo ser así. Le quiero mucho a él y a su familia, pero ahora estamos en un nuevo proceso. Animaría a todos a regresar si pudieran porque este es el mejor lugar. Pero la historia ahora es diferente y tenemos que pensar que el proceso».

¿Cree que en Madrid temen el efecto Daniel Alves?

«Me hice querer también, ¿eh? La afición sabe el respeto que le tengo a la afición. Puedo garantizar, porque eso está a mi alcance, que yo no los voy a fallar. Ni a ellos ni a los que no han podido venir. Porque vengo a representarlos desde dentro. Y por eso estoy aquí. Este reencuentro es muy especial».

¿Por qué no han triunfado los laterales derechos que vinieron después de usted?

«Yo soy especial. No hay nadie como yo. Como tú no hay dos, se dice (bromas). En este club, sólo ser bueno no es suficiente. A veces la situación no encaja pero todos los jugadores que han pasado por aquí son grandes jugadores. Pero si ellos hubieran triunfado no estaría aquí… He hablado con Dest, estamos para aportarnos mutuamente. Me parece un grandísimo jugador. Tiene todo para ser un grande en el fútbol. Hay que arropar a estos jugadores. Estamos aquí para potenciarlos».

¿Cómo ve al equipo, cuál cree que puede ser el límite?

«Jugando en sintonía, podemos hacer de todo. Necesitamos la obsesión de tener el balón. Y poner nosotros las reglas. Que eso es lo que hace diferente. Siempre puedes estar activo en este aspecto. Hay gente que puede aportar cosas. Todos lo pueden hacer mejor. Ese es el espíritu que se debe tener».

¿Si algún partido quiere jugar contra el Madrid?

«Sí, eso es (risas)».

¿Existe alguna cláusula para ampliar su contrato si juega una determinada cantidad de partidos?

«No es una preocupación. Vengo hasta junio, cuento hasta ahí. Y luego, todo se puede hablar. Tiene que ver con los resultados. Esto es como un examen. Si saco 4,5, sé que estoy suspendido. Hay que tener nota alta para continuar. Si no, yo mismo cogeré la maleta en junio. Una de las cosas que me hacen lo que soy, es que tomo decisiones. Al seleccionador le comuniqué que lo dejaba con el Sao Paulo. Soy valiente desde que salí de mi casa y así seré. No voy a decir que no tuve dudas y cuáles podrían ser los pros y los contras. Pero la decisión ya estaba tomada y era no seguir. Voy a intentar aumentar mis opciones de ser convocado y ser una opción para Brasil. Trabajando duro y estando cien por cien comprometido».

¿Qué opina de Dembélé?

«A veces hay que creerse el mejor. Y no por eso tiene que sonar prepotente. Tiene que creerse que puede ayudar al Barça. Nos encargaremos de recordar día tras día que es un fenómeno».

Siendo Xavi el entrenador, ¿es peor fallar un pase o perder una carrera a su edad?

«Perder un pase en un partido. Me acuerdo un partido que hizo en el que no falló un pase en los 90 minutos. La verdad es que la vida da muchas vueltas, porque quién diría que mi compañero sería hoy el entrenador. Pero para hacer cosas grandes, siempre se junta la gente buena. Y nos hemos juntado para poder cumplir esa misión. Trataré de ayudarle para que podamos disfrutar de forma diferente: yo como jugador y él como entrenador».

Escudo/Bandera Barcelona

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