Granollers: “Horacio y yo no discutimos, debatimos”

Marcel Granollers (Barcelona, 35 años) disputa desde este domingo sus sextas ATP Finals en dobles, segundas con el argentino Horacio Zeballos como pareja. El año pasado alcanzaron las semifinales y el español fue campeón en 2012 con Marc López. Este año llega “con ilusión y ganas” y se marca un primer objetivo, “pasar de la fase de grupos”. Este domingo (18:30) juegan contra Dodig y Polasek.

¿Con qué aspiraciones afronta estas ATP Finals?

Con muchas ganas e ilusión. Estamos preparados porque vinimos unos días antes de lo normal para adaptarnos a unas condiciones que son bastantes rápidas. No hemos jugado mucho el último mes, pero por eso llegamos descansados y frescos para competir toda la semana.

En principio parece más difícil el Grupo Rojo (Ram/Salisbury, Herbert/Mahut, Cabal/Farah y Murray/Soares) que el suyo, el Verde (con Mektic/Pavic, Dodig/Polasek y Krawietz/Tecau). ¿Cómo le ve usted?

Aquí en el Masters hay pocas facilidades en general. Sólo hay grupos difíciles y partidos difíciles. El que tenemos es bastante duro, como el otro. Y o juegas bien o será difícil ganar partidos. Lo que te exige este torneo es jugar al máximo nivel, porque aquí es muy alto. Normalmente todo se decide por detalles y no va a ser una excepción este torneo.

¿No hay claros favoritos entonces?

Sí que es verdad que este año ha habido un dominio claro por parte de Mektic y Pavic, pero en este formato, en indoor y pista rápida, los partidos son muy ajustados. Esto es lo que va a pasar. Además es un torneo diferente, porque aunque pierdas un partido e incluso dos, te puedes clasificar. Tienes dos vidas. Vamos a ver qué pasa, estamos preparados para debutar y sabemos que será un partido muy difícil, aunque nos hemos entrenado muy bien.

¿Cómo se prepara específicamente una pareja de dobles?

Tenemos que saber as virtudes de cada uno y potenciarlas. También las cosas que nos cuestan un poquito más, tenemos que trabajarlas. A día de hoy, en el dobles hay que ser muy completo, porque si te falla alguna cosa, los rivales lo saben y te aprietan por ahí. Lo bueno que tenemos nosotros es que nos sentimos cómodos en todas las superficies. Podemos adaptarnos a jugar de fondo, en la red, saque-red… Tenemos que mantener esa variedad para ser más impredecibles.

Y, por supuesto, habrá que llevarse bien… ¿Pero alguna vez discuten?

Port suerte, nosotros no discutimos. Lo que hacemos es plantear situaciones que hay en el partido de mejor o si uno ve una cosa, se debate. Pero es parte del trabajo, de intentar mejorar la pareja. Es bueno dar cada uno su punto de vista para ser mejores. Pero discutir yo creo que no es bueno.

¿Ayuda mucho hablar el mismo idioma? Lo digo porque usted jugó las ATP Finals de 2017 con el croata Ivan Dodig, por ejemplo.

Sí, sin duda. El idioma ayuda mucha en la comunicación y venir de culturas parecidas. También nos conocemos de hace muchísimos años, porque coincidimos en nuestras carreras en individuales y nos enfrentamos (2-0 para el español en el cara a cara), también en dobles. Cuando nos juntamos ya había una conexión fuera de la pista y dentro nos entendimos muy bien. Aunque desde el principio conseguimos buenos resultados, ahora somos una pareja mucho más estable y sólida.

El año pasado hicieron semifinales, ¿este año qué pálpito tienen?

El año pasado llegué al torneo muy al límite, con una lesión que me hizo dudar incluso sobre si podría jugar, casi no me había entrenado y aguanté dos partidos bien. Pero claro, me lastime el hombro. Aún así llegamos a los cruces. Ese sería el primer objetivo ahora, a corto plazo, pero más que nada intentar hacer nuestro tenis, dar el 100% y así estaremos un poquito más cerca de ganar los partidos.

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