«Entre la euforia y la depresión»
Para una escudería acostumbrada a dominar en todos los frentes, incluidos el mecánico y el táctico, parece particularmente doloroso perder carreras por una cuestión estratégica. En 2021 ha sucedido en varias ocasiones. Verstappen batió a Hamilton en Paul Ricard con un adelantamiento a dos vueltas del final propiciado por su tardía segunda parada, y eso intentó replicar Sir Lewis el pasado domingo en Austin, sin éxito, porque el Red Bull había gestionado sus neumáticos de forma excelente para tener opciones de defenderse en el ‘rush’ final.
En Brackley habrán dado vueltas y vueltas a la situación de carrera que generó Red Bull. Toto Wolff lo reconoce: «Un equipo fue a por el ‘undercut’ sin necesidad, de manera valiente, porque era muy pronto. Y en la segunda parada hacen lo mismo. Tienen ventaja y el pilotaje de Max muestra que había aprendido a cuidar las ruedas para el tercer ‘stint’. Pero íbamos con el pie cambiado. Posiblemente no podíamos haber intentado parar pronto, porque con los datos que teníamos nos hubiera sido difícil llegar hasta el final». La degradación siempre fue mayor en el W12.
«En cierto momento la diferencia era enorme, se ejecutó bien pero no llegamos lo suficientemente cerca. Damos la enhorabuena a Red Bull», dice el dirigente austriaco. Las decisiones estratégicas corresponden a James Vowles, jefe responsable, aunque interviene directamente la fábrica y también tiene voz el propio Toto. «Estoy muy involucrado en el proceso de toma de decisiones. Yo puedo dar mi ‘feedback». Y en Austin, piensan que por momentos tuvieron el coche más rápido sobre el asfalto: «Red Bull fue el coche más rápido con el neumático medio y Mercedes, el coche más rápido con el duro. Y los pilotos lo hicieron muy bien».
El Mundial se mueve entre los polos de Mercedes y Red Bull y es difícil gestionar los cambios de tendencia desde dentro del garaje, reconoce Wolff: «Tenemos que tener cuidado para no movernos mucho entre la euforia y la depresión. En ningún momento pensábamos que no llegaríamos, pero tampoco nos vinimos arriba después del viernes. El pensamiento general era que dominaríamos y 24 horas más tarde era completamente opuesto. Hay que saber explotar y afinar el coche para hacer una buena actuación. Ahí estará la diferencia entre perder y ganar».
En México, primer fin de semana de noviembre, esperan recuperar el pulso a la lucha por el título: «Mexico es muy diferente por la altitud. Hay diferentes opciones aerodinámicas, los motores están bajo presión de una manera muy diferente. Nos encanta la ciudad, nos sentimos bienvenidos. Tenemos que tener un buen viernes, desarrollar el coche y aspirar a la victoria». Aunque son muy conscientes de que allí Red Bull es, sobre el papel, el favorito.