Uno di noi
En la élite del circuito ATP ya tienen claro que Carlos Alcaraz está con ellos, que es ‘uno di noi’ (uno de nosotros), como diría el italiano Matteo Berrettini, al que este viernes batió el murciano de 18 años en el Erste Bank Open de Viena: 6-1, 6-7 (2) y 7-6 (5) en 2h40. Dos días después de vencer a un ex número uno del mundo y ganador de tres Grand Slams, Andy Murray, Alcaraz pudo con el actual siete y finalista en Wimbledon para certificar su segunda mayor victoria en cuanto a ranking después de la que sumó en el US Open contra el tres, Stefanos Tsitsipas. Es la primera vez que Carlos accede a las semifinales de un ATP 500 y en ellas se enfrentará el sábado (14:00, #Vamos) al alemán Alexander Zverev, que ganó al canadiense Felix Auger-Aliassime por 6-4, 3-6 y 6-3), rival con quien se midió y perdió este año en Acapulco.
Un nuevo ejemplo de su precocidad es que en la historia del torneo, desde 1974, sólo dos jugadores más jóvenes que él habían alcanzado antes la penúltima ronda: el sueco Stefan Edberg, con 17 en 1983, y el suizo Roger Federer, con 18 y algunos meses menos que el español en 1999. Además, Charly sube provisionalmente al puesto 35 de la clasificación mundial, el mejor de su incipiente carrera.
Su mérito es tremendo, más si se tiene en cuenta que estuvo a un punto de endosarle un rosco, en un primer set para enmarcar que se apuntó en 29 minutos, a uno de los tres jugadores que acredita un 80% de victorias con al menos 30 partidos jugados en lo que va de temporada, junto con Djokovic y Medvedev. Después el partido se niveló porque Berrettini empezó a sacar mejor y a entender lo que hacía su oponente, que le buscaba con insistencia el revés y le ejecutaba con paralelos cuando el romano se invertía para pegarle de drive. Llama poderosamente la atención el nivel táctico de Alcaraz, cómo elige la mejor opción casi en cada punto. «Ahora estoy más tranquilo, creo en mi juego y en lo que puedo hacer y pienso con mayor claridad», explicó en rueda de prensa. La segunda manga se le escapó por un mal desempate, después de haber aguantado magníficamente con su servicio sin ceder ni una sola opción de quiebre.
Apoteosis final
El tercer parcial lo tuvo muy a favor Alcaraz, con una rotura para ponerse con una ventaja notable (4-1), pero cuando sacaba para el 5-2 le salió su único mal juego al saque. Lo perdió en blanco por una doble falta y le tocó remar de nuevo, a toda velocidad ante un contrincante en absoluto errático, que jugaba a su máximo nivel. Se llegó a un segundo tie-break y ahí Charly fue con todo, lo ganó a leñazo limpio y con un saquetazo, sin miedo. Lo primero que hizo, antes de celebrarlo, fue correr para regalarle una muñequera a un niño. «Creo fue una de las mejores actuaciones de mi carrera», dijo, antes de destacar el aspecto mental como clave de su éxito. «Es la parte más importante del tenis. Trabajo con una psicóloga y sin ella sería imposible conseguir esto”. «Juan Carlos me dijo que tenia que ser agresivo, dominar, esperar a mis oportunidades al resto y hacer mi juego», anadió el muchacho, que tiene un mantra: “Estar siempre en el partido”. Donde ya está es entre los mejores.
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