«Lo que puede ser la F1 en los próximos años…»

El impermeable mercado del deporte norteamericano ha abierto sus puertas a la Fórmula 1. Durante el pasado fin de semana se contabilizaron 400.000 espectadores en el circuito de Las Américas (un 51% más que en 2018) y cerca de 140.000 fans el domingo en el día de la carrera, la cifra más alta en los últimos tiempos. Era misión imposible reservar mesa en la ciudad de Austin de viernes a domingo, los hoteles estaban abarrotados por aficionados con indumentaria del Mundial y las conversaciones en cafés, ascensores o barbacoas giraban en torno al deporte del motor.

Para que la tendencia sea ascendente han influido muchos factores, aunque se apunta a la serie de Netflix ‘Drive to Survive’ como chispa desencadenante. La millonaria audiencia de esta producción que resume en diez capítulos cada temporada (desde 2018) ha multiplicado también la expectación de la F1 en Estados Unidos. Por televisión, a través de la cadena ‘ESPN’, cada domingo siguen allí las carreras alrededor de un millón de espectadores, a pesar de la habitual diferencia horaria con respecto a Europa.

En esta edición, además, regresaron los VIP y la parrilla masificada, restringidos hasta ahora por la pandemia. Entre otros: Serena Williams, Shaquille O’Neal, Chris Bosh, la rapera Megan Thee Stallion o el actor neoyorquino Ben Stiller, quien se confesó apasionado del deporte. En su tour por el garaje de Ferrari reconoció a unas cuantas caras, más allá de los pilotos, a las que recordaba de la serie de ‘Netflix’.

NFL (fútbol americano), NBA (baloncesto), MLB (béisbol) y NHL (hockey hielo) son los cuatro puntos cardinales del deporte en Estados Unidos, apoyado también en las competiciones universitarias. En el automovilismo, la Nascar es la primera competición (entre uno y tres millones de telespectadores por carrera) seguida de la IndyCar (alrededor de un millón). Pero la F1 pisa fuerte, en 2022 se sumará Miami al calendario y para el medio plazo suena Las Vegas.

Wolff: «Esto sólo es el principio»

Toto Wolff, jefe de Mercedes, valoró positivamente los progresos del campeonato en suelo americano: «Me encantó estar en un atasco de una hora para entrar en el circuito. Demuestra que tenemos los ingredientes correctos para que el deporte crezca fuerte no sólo en US, si no en todas partes. Tenemos una gran oportunidad. Si lo hacemos bien, lo que puede ser la F1 en los próximos años, que ya es uno de los deportes más grandes del mundo… Vemos el enorme potencial de crecimiento que tiene el deporte en el mercado norteamericano. Ya lo hacemos muy bien fuera, pero esto es sólo el principio».

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