«En su primer día ya se fue de 4…»
Este Vini no difiere, a grandes rasgos y en lo futbolístico, de aquel Vinicius Junior que empezó su andadura en el Madrid en julio de 2018, aún con brackets en la dentadura y que tuvo que aprender lo que era la Casa Blanca desde el Castilla. Una experiencia en Segunda B de esas que no se olvidan porque este regatear y regatear también lo hacía en lo que hoy en día se conoce como el infrafútbol.
«Recuerdo que su segundo partido fue el miniderbi en el Cerro del Espino y metió los dos goles», cuenta el excastillista Ayoub. El centrocampista, hoy en el SPAL de la Serie B italiana, fue testigo directo de ese Vinicius torrencial. «Los jugadores del Atleti B estaban tan desesperados que uno terminó mordiéndole la cabeza, yo no he visto nada igual…». Tachi, hoy en el Alavés, fue el autor de la dentellada y Pechuguita San Román, ahora segundo portero del Huesca, el que sufrió esos primeros goles de Vini en España.
Ayoub, desde Ferrara, explica a este periódico lo que era contar con Vinicius en aquellos partidos del Castilla, especialmente los de lejos de Valdebebas. «Le daban muchas más patadas en Segunda B que ahora, siete, ocho faltas por partido… iban a por él». El punto álgido fue una visita a León. Un Cultural-Castilla con chispas. Uno de los futbolistas de la Cultu aquel día, que prefiere el perfil bajo, lo relata así: «La gente nos gritaba desde las gradas que le pegásemos más».
«A ‘Vini’ le daban más patadas en Segunda B que ahora, iban a por él»
Ayoub, excompañero del brasileño en el Castilla
Ese Vinicius desatado sobre el terreno de juego (cuatro goles en cinco duelos con el filial blanco) contrastaba con el Vini de fuera, aún en proceso de integración. «El primer día que vino con nosotros llegó justo para cenar en la concentración, se sentó allí y no dijo ni una palabra», recuerdan en aquel vestuario del Castilla. «Él se reía; la sonrisa, eso siempre».
Con el regate siempre listo
Eso sí, las genialidades se le caían de los pies prácticamente desde que aterrizó por segunda vez en Barajas (la primera fue cuando firmó, en invierno de 2017, y le prometió a Cristiano que le iba a enseñar a bailar funk carioca). «Le daba igual que fuera un uno contra uno que un uno contra dos… en el primer día con el Castilla en una jugada se fue de tres o cuatro contrarios a la vez», insiste Ayoub. El mismo Vini que el del Camp Nou.