Clásico es el Real Madrid y vanguardista, el Barcelona

En dieciséis años de culé, Messi disputó 45 clásicos y sólo faltó a tres por lesión. Metió 26 goles, dio 14 asistencias, se descamisó en el Bernabéu, se desmonteró en el Camp Nou y marcó más que ningún otro futbolista un partido que trasciende de la Liga, que se juega para el mundo. En este primer pleito sin que el argentino esté ni se le espere cambia el paisaje (sigue el partido en directo en AS.com). Al Barça le pilla este Clásico, el 246º, en periodo asambleario, en números granas, sin sacudirse el duelo por la marcha del 10 y mirando la cantera más por obligación que por devoción. A Koeman no le ha quedado otro remedio que el vanguardismo con la plantilla más joven de Primera, en cuyo censo figuran 14 futbolistas de menos de 24 años. Ansu, Pedri o Gavi, con menos de 20, ya son fijos en la Selección. Estaban ahí, sólo hacía falta valor para ponerlos.

Al Madrid le ha tratado mejor el tiempo. Conserva su centro del campo de los años de gloria (Modric, Casemiro, Kroos) en buen uso y ha encontrado en la sabia veteranía de Benzema el puente perfecto hacia su próxima bandera, Mbappé. Huido Messi, no hay futbolista más relevante en el campeonato que Benzema: lidera la clasificación de tantos (nueve) y asistencias (siete), de participación en jugadas de gol (17, el 77% de las de su equipo) y de disparos (33). Sus once goles en once partidos entre todas las competiciones duplican el promedio de su carrera. Unos números equiparables a los del mejor Messi y una prueba de que el francés es una de esas rarezas que de cuando en cuando da el fútbol: jugar mejor cada año que el anterior pasados los treinta. El núcleo duro sigue motorizando al Madrid, que será el clásico del Clásico.

Los Sub-23

Pese a todo, Barça y Madrid conocieron tiempos mejores. Ahora corren los de la irregularidad. El Barça se ha movido poco y en algún caso mal (Luuk de Jong) en el mercado y bien intramuros. Demérito de sus gestores y mérito de Koeman, que emplea con cierta regularidad a Dest, Mingueza, Eric García, Araújo, Pedri, Gavi, Nico y Ansu, todos menores de 23 años. Jura que en dos años serán mucho mejores y hay que creerle. Cinco pueden ser titulares hoy y quizá hubieran llegado a siete de no estar lesionados Araújo y Pedri, bajas notabilísimas. Ansu, que sale de una lesión gravísima, sólo ha podido disputar cinco partidos, todos incompletos, pero es, junto a Memphis, otro acierto de Koeman, la gran amenaza del Barça.

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Ansu Fati, durante el último entrenamiento del Barcelona
RODOLFO MOLINA

La previsión es que el once se acerque mucho al del encuentro ante el Dinamo de Kiev, con la vuelta de Eric García, sancionado en Champions, y Dest por delante Sergi Roberto. Jordi Alba apurará para jugar (incluso infiltrado) porque la banda que comparte con Ansu Fati es el gran activo del Barça.

Benzema es el jefe del campeonato

El Madrid también tiene sus dudas. Benzema pasó dos días en el gimnasio por un golpe en Kiev, pero ayer ya se entrenó con normalidad. Arriba son seguros él y Vinicius, titular en los últimos nueve partidos. Ha metido siete goles con sólo 17 disparos para espantar su leyenda de tartamudo en el área. El tercer punta lleva dos años bailando. Sólo en este curso han pasado por ahí Lucas, Asensio, Bale, Hazard, Rodrygo y hasta Valverde. Entre estos dos últimos andará la plaza. En favor de Rodrygo juega su actuación en Kiev y la reinstauración del 4-3-3. En favor de Valverde, su mayor experiencia, su superior capacidad defensiva en la banda en la que el Barça concentra casi todo su fuego y el hecho de no haber disputado ni un minuto el martes. Hazard es la tercera vía. Sale de su decimotercera lesión en dos años, lo que le ha impedido debutar en un Clásico. Al menos está vez sí está en el dispositivo de emergencia.

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Los jugadores del Real Madrid, a su llegada al hotel de Barcelona en el que se alojaron.
Realmadrid.com

Atrás regresa Carvajal, otro de amplio historial clínico. Si Ancelotti se atrevió ante el Shakhtar con Mendy después de cinco meses y medio sin jugar también podría hacerlo con él, pero resulta improbable. Nacho es la opción conservadora y Lucas Vázquez, que en ese puesto estuvo soberbio el curso pasado, la atrevida.

Al Madrid le llega la ocasión con mejores números y mejores sensaciones, aunque sólo se han traducido en dos puntos de ventaja. El equipo blanco sale a 2,6 tantos por partido, la misma media que en los dos primeros años de Ancelotti, y en once partidos ha marcado casi el doble de goles que el Barça (29 frente a 15), con un set y dos manitas. También ha encajado dos menos, pero defensivamente ambos tienen poco que envidiarse: conceden demasiado. También sus técnicos andan en números rojos en el Clásico. Ancelotti perdió las dos veces que visitó el Camp Nou, Koeman cayó en sus dos duelos ante el Madrid como culé. Al otro lado está Alaba, que con el Bayern jugó tres veces ante el Barça y las tres le goleó (15-2 en el global). Buenos precedentes para estrenarse en un Clásico que no llenará el Camp Nou. Quedan sombras de la pandemia.

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