Las 5 claves del ‘San Sirazo’

1. Gavi, 17 años bien puestos. Una apuesta personal de Luis Enrique, que acertó de pleno. El jugador azulgrana, que llegó a La Masía desde el Real Betis a la tierna edad de 14 años, ha roto en internacional sólo tres después. Y los tiene bien puestos. No se rajó, todo lo contrario, ante Italia en San Siro, que es algo que no pueden decir todos. Yéremy salió en la segunda parte y también estuvo a la altura pese a que también es jovencísimo, sólo 18 años. En esto hay que reconocer que Luis Enrique le echa una valentía hasta ahora desconocida en el puesto de seleccionador.

 2. Ferran Torres lleva el gol en la sangre. El valenciano lleva 12 tantos en 21 partidos con España. El máximo goleador histórico de España, David Villa, que hizo 59 en toda su carrera con La Roja, tardó veinte partidos en hacer los diez primeros. Ferran está ya por delante, y ya ha superado en este registro también a otros grandes como Raúl y Torres y también a Silva, Butragueño o Morientes, por citar otros recordados delanteros de España. En San Siro, además, rompió un gafe personal: marcó por fin de cabeza.

 3. Luis Enrique acertó con el 4-2-3-1. Italia llevaba 37 partidos sin perder, y fue España la que acabó con ese récord mundial. Lo hizo gracias a que tuvo la posesión el 75% del tiempo, lo que ante la Azzurra tiene un mérito especial. Es verdad que se quedó con diez, pero aún así Italia siempre ofrece resistencia. Luis Enrique varió su sistema y pasó del 4-3-3 al 4-2-3-1, y eso ayudó al éxito porque Sarabia, magnífico, hizo mucho daño rompiendo por el medio.

 4. Unai hace la parada divina de Casillas. España tiene un porterazo. Unai Simón ha alcanzado el punto óptimo. Hizo una parada magnífica en el momento más necesario, justo lo que Íker tenía como especialidad. Estas intervenciones dan mucha seguridad a cualquier equipo, y España goza de esa ventaja. Es verdad que Unai ha tenido lagunas en otros partidos, pero a cada minuto que se consolida en la portería de España el equipo entero gana en solidez.

 5. Un ’11’ coherente, sin extravagancias. Por una vez y sin que sirva de precedente, España jugó con coherencia. Cada uno de los jugadores que puso Luis Enrique jugó donde lo hace en su equipo, y eso fue determinante en la victoria de España. No se vieron cosas raras, como cuando puso a Llorente de lateral o a Gerad Moreno de extremo, y eso fue muy bueno para España. Luis Enrique va aprendiendo que el mejor sitio para el futbolista es en el que le pone el que le ve entrenar cada día.

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