La revancha de Suárez en el final de Koeman

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Quién se lo iba a decir a Koeman. Que en su última foto en el Barça iban a aparecer ellos. Precisamente ellos. Luis Suárez y Griezmann. Pero el fútbol tiene estas cosas. Las caprichosas revanchas. Y no hay enemigo más íntimo que un ex: sabe dar donde duele. Koeman viaja a Madrid como una carcasa. Está pero no, ya no estará. La inmediatez del calendario, el Wanda Metropolitano sólo tres días después de ese 3-0 en Lisboa que confirma la muerte anunciada. Sin tiempo para asentar a un sustituto, con las cuentas y la calculadora en la ruina económica. Ni Koeman era el entrenador para Laporta ni todo el ruido en torno a su relación y tiras y afloja favorece a su equipo. Nadie sabe qué pasaría si esta noche su Barça gana 0-3. Suena a ciencia ficción, pero quién sabe, es fútbol. Pero ni eso, una victoria así, parece capaz de salvarle. Se mastica su adiós. Llega el parón, tiempo para el que venga y coja las riendas. El Metropolitano, donde no se podrá sentar por sanción (lo hará su segundo, Schreuder), será su epitafio (sigue el partido de hoy en directo en As.com).

Hace una semana todo pintaba distinto. Hace una semana las arenas movedizas bajo su asiento se habían parado. El 3-0 al Levante, la vuelta de Ansu, el partidazo de Gavi. Siete días después el negro ha vuelto. Y más oscuro. Entre medias ese otro 3-0 pero en contra, en Lisboa, ante el Benfica, en Champions, que puede ser, 21 años después, que el Barça no pase la fase de grupos. Cero puntos tiene. Como cero son los disparos a puerta cuando juega con ese sistema de tres centrales que a Laporta tan poco le gusta. Fue su tiro en el pie. El de Koeman. Ante el Bayern y Benfica. Sobre lo que hoy se alce, tambaleante, no se sabe. Sólo que regresa Alba, que Pedri no está (problemas musculares, penitencia de tanto; Barça, Eurocopa, Juegos), que Gavi, por tanto, volverá a ser titular.

Griezmann, banquillo. Lemar y João, titulares

Y, enfrente, está el Cholo. Un Simeone que busca repetir con público lo que sólo la temporada pasada logró en su falta: ganarle al Barça en Liga. Esgrime ante Koeman sus cuentas pendientes: ese Luis Suárez que no olvida «el desprecio» del trato, «como si tuviera 15 años», como le reconoció en una entrevista al Sport, cuando Koeman le llamó en medio del incendio del burofax de Messi, y el Barça (de Bartomeu) le empujó a “entrenar aparte en la pretemporada”, como contó en otra entrevista a TVE. La rabia en sus botas viajaron en el puente aéreo Barcelona-Madrid la temporada pasada (21 goles fundamentales para hacer al Atleti campeón de Liga). Esa rabia en sus botas que sigue latente. Su pólvora puede ser la que llene el cuerpo de Koeman en su último día. Y si eso no le funciona de inicio al Cholo, tiene Plan B: Griezmann.

Un Griezmann al que Koeman llamó para ser su estrella sin Messi. Un Griezmann que ni sin Messi alcanzaba su mesa. Dos años después de irse del Metropolitano, el fútbol le mostró que su mejor sitio posible era al lado del Cholo y a aquí regresó. Giro inesperado y final de un mercado que se llevó a Saúl y trajó en agosto otro regalo con remite Camp Nou. Como Villa, como Suárez. El francés. Su encaje es, de momento, el quebradero.

Porque en sus dos años lejos, el Atleti fue campeón. Porque en sus dos años lejos, el Atleti dejó de ser parada de Oblak, gol de Griezmann. Porque en sus dos años lejos, en el banquillo del Cholo, los hombres se hicieron nombres. Trippier, Carrasco, Lemar, Correa, cada partido un tetris. Esta noche, Suárez saldrá de inicio y Griezmann lo hará después, desde el banquillo, suplente. Titulares serán João Félix, Lemar, defensa de tres y Llorente, y no Trippier, en el carril derecho. Sin Kondogbia (sancionado) y Cunha (lesionado), volverá Savic. Otra certeza, clara, entre el negro más negro que trae esta noche. El último trago de Koeman. Después de hoy ya no será.

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