Mercedes adoctrina a Russell

Después de cinco años de calma absoluta, Mercedes afronta un periodo de transición. La marcha de Bottas trae implícito el final de una pareja que convivió alejada de la polémica sobre el asfalto gracias a unos papeles muy marcados, que ahora se desvanecen por completo de cara a la próxima temporada. La llegada de Russell al garaje de los de Brackley sitúa a dos gallos en el mismo gallinero y Toto Wolff, jefe de la escudería, sigue teniendo muy presente un pasado en el que la rivalidad absoluta de su dupla no les dejó sin premio a final de temporada, pero sí les dio más de un quebradero de cabeza durante un 2016 donde la lucha entre Hamilton y Rosberg superó todos los límites que había establecidos en el equipo.

Los intereses individuales terminaron perjudicando los colectivos y ahora, con el ascenso de Russell a la mejor estructura de la era híbrida, la incertidumbre se vuelve a instaurar en un garaje donde ya comienzan a darse las primeras lecciones sobre cómo debe actuar su pareja sobre el asfalto. El británico llega para ganar, o al menos ese es su objetivo, y aunque Hamilton no tiene claro si su compañero «será más rápido que Bottas ya en 2022», Wolff prefiere asentar unas bases entre ambos para no vivir otro desequilibro interno.

«Él (Russell) ha demostrado que se mercede uno de los mejores coches y ahora tenemos que adaptarle a la situación de Mercedes», comienza reconociendo el dirigente austriaco a la web de la F1, para recordarle a George quién es su compañero: «Tendrá un compañero que posee los récords más impresionantes, es importante que le preparemos y le calibremos de forma adecuada». Wolff no deja margen de interpretación en unas palabras que terminan rememorando las dificultades que vivieron en 2016: «En el pasado vimos situaciones en las que los pilotos fallaron. Lewis estuvo en una situación que el equipo no supo comprender del todo bien cómo podía ir».

Pero ahora, con la experiencia como grado, el austriaco está convencido de que están «mejor preparados para afrontar esa situación». Aunque sigue asegurando que no habrá preferencias dentro del garaje, puesto a que su alineación tiene el potencial suficiente como para aspirar a todo de manera individual: «Sea como sea, George tiene la ambición para ser un campeón del mundo en potencia y Lewis también la tiene. La calibración lo es todo». Wolff reincide en el orden y el equilibrio con los intereses colectivos por encima de todo, y confía en que su nueva estrella (esa que puso en apuros a Bottas cuando sustituyó a Hamilton en Sakhir), se ciña sin dificultades a lo que le piden en Mercedes: «Es muy inteligente y lo comprende».

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