“Motiva mucho tener detrás a Nadal, el mejor deportista español de la historia”

Dani Rincón (Ávila, 18 años) fue campeón júnior del US Open hace sólo unos días. Está de vuelta en Manacor, donde retoma su trabajo diario en la Rafa Nadal Academy, donde vive y se preparará para intentar ser profesional. Allí, a veces se entrena con el ganador de 20 Grand Slams, que le da buenos consejos. Y aspira a seguir los pasos de su amigo Carlos Alcaraz. De todo esto, y más, habló con AS.

Tras ganar el título en la pista 12 le llevaron a la Arthur Ashe, que estaba llena antes de la final femenina, para que le aplaudieran. ¿Cómo fue?

Increíble. No hay muchas palabras que describan lo que viví allí. Mirar para arriba y ver a todas esas personas a mi alrededor fue una sensación indescriptible. Le estoy muy agradecido a la organización por haber tenido ese detalle. Es algo que nunca olvidaré.

Le lloverían las felicitaciones…

Sí, tarde mucho en contestarlas todas. De mis amigos, la gente que me quiere, y mis padres, que fueron los primeros en llamarme. Primos, abuelos… todos estaban muy pendientes.

¿Qué le parece haber hecho historia en el tenis español?

No me lo termino de creer. La lista en el US Open es muy pequeña para todos los jugadores que hemos tenido en España. Es un privilegio ser el segundo y espero que haya muchos más detrás de mí, porque somos un país que suele tener muchos tenistas buenos. Deseo que ganemos más. Por lo que a mí me toca, estoy muy contento y orgulloso de poder estar en esa lista, y ojalá pueda compartir otras con grandes nombres de este deporte.

Usted conoce a la generación que viene, ¿tendremos otra como la de ahora?

Esta es una de las mejores de la historia, no sólo de España. Es muy difícil de repetir. Pero ahí están ya Alejandro Davidovich y Carlos Alcaraz, que es el que más suena ahora y está haciendo algo increíble. Espero que salgan más así y ser yo uno de ellos. Voy a trabajar para poder llegar al tenis profesional.

A colación de eso, ¿cómo empezó usted en este deporte?

Empecé cuando era muy pequeño a jugar al baloncesto con mi padre, me gustaba mucho y no practicaba tenis, pero un amigo me metió en un campamento y me encantó. Fui compaginando las dos cosas, hasta que me decidí por la raqueta cuando tenía 10 años. Me fui enamorando de este deporte poco a poco y ahora no lo cambiaría por nada.

¿Cuándo se dio cuenta de que podía ser bueno?

Al principio sólo jugaba dos o tres días a la semana, una hora, y fui a un torneo sub-10 en Croacia, el Smirkva Bowl, en el que hice semifinales. Nunca había salido de España para jugar y en ese momento me di cuenta de que no era malo, tampoco muy bueno, y dije: ‘¿Por qué no intentarlo?’. Al verano siguiente dejé el baloncesto y en Segundo de la ESO, con 12 o 13 años, me fui a vivir a Valladolid para entrenarme cada día y decidí que mi vida iba encaminada al tenis.

¿Cómo acabó en la Rafa Nadal Academy?

Después de pasar un año de Valladolid, me fui otro a Barcelona, pero cerraron el centro de alto rendimiento en el que estaba y me volví. En ese momento me ofrecieron ir a Manacor y no me lo pensé, las instalaciones, los profesionales… era una oportunidad única e irrechazable. Tenía 16 años y lo gestionaron entre mi padre y mi mánager, Albert Molina.

¿Cómo es su día a día allí?

Este año ha cambiado, porque ya no tengo colegio y hago estudios universitarios online (de Informática). Por las mañanas realizo tres horas y 45 minutos de tenis y hora y media de gimnasio cambiando el orden cada semana. El día empieza sobre las 08:00-08:30. Como, descanso un poco y sobre las 15:30 vuelvo a la pista otra hora y media. A las 17:00 se acaba el entrenamiento, pero a veces tengo fisio. El resto del tiempo lo dedico a estudiar.

En la Academia pelotea a veces con Nadal, ¿le impresiona mucho?

Cuando está allí nos va llamando a gente del grupo para entrenarnos con él, y es una experiencia increíble. Delante de él te das cuenta de lo grande que es y de por qué ha conseguido tantas cosas. Se nota algo distinto, que con otros profesionales no ves. La calidad de pelota y la intensidad que tiene es diferente. Mi estilo es distinto, pero intento aprender lo máximo de él, de sus ganas y de mejorar cada día. Los valores que él tiene son imprescindibles para el tenis.

¿Y qué les dice Rafa en esos entrenamientos?

Lo que intenta inculcarnos es, sobre todo, el esfuerzo diario. No nos habla de táctica. Para él lo más importante está en uno mismo y conmigo insiste en la intensidad de piernas, en que dé el máximo. Porque si llegas bien a la pelota, la golpeas mejor.

¿Hasta qué punto es importante para usted el respaldo de estar en ‘casa’ de Nadal y contar con esos consejos?

Es algo muy importante. Da muchísima motivación tener al mejor deportista español de la historia detrás de ti de una forma tan cercana. Si encima te da consejos y te intenta ayudar personalmente es algo único. Para todos los jugadores de la Academia es algo increíble y no muchas personas tienen la suerte de poder vivirlo.

¿También le motiva lo que ha logrado Alcaraz, que es de su misma generación?

Es muy amigo mío y le tengo mucho cariño. Estoy muy contento por todo lo que está haciendo, porque se lo merece, ha trabajado muy duro. No puedo más que felicitarle y seguir entrenándome y mejorando para algún día, si se puede, llegar a donde está él.

¿Para eso, qué es lo siguiente que tiene que hacer?

La progresión de cualquier júnior es pasar al circuito ITF de 15.000 y 25.000, coger los primeros puntos ATP, yo tengo seis, para poder entrar a los Challengers. Si todo va, lo siguiente es pasar al ATP Tour, pero es un proceso largo y difícil.

Hagamos un pequeño test sobre aptitudes tenísticas… ¿Quién tiene el mejor drive?

Nadal.

¿Revés?

Djokovic

¿Volea?

Federer

¿Sacador?

Federer

¿Restador?

 Djokovic.

Para terminar, ¿qué hace cuando no está dedicado el tenis?

Tengo poco tiempo entre partidos, entrenamientos y estudios. Uno de mis principales hobbies es el golf. Cuando tengo tiempo libre intentó jugar. Por lo demás, salir a cenar con los amigos de la Academia.

El top-10 Ruud y Munar, estandartes de la factoría de talentos de Nadal

La Rafa Nadal Academy lleva formando jugadores “y personas”, como recalca su dueño, desde 2016, cuando abrió sus puertas en Manacor. Cinco años después tiene por primera vez a uno de sus tenistas en el top-10 del ranking ATP. Es el noruego Casper Ruud (22 años y 10º), máximo exponente con Jaume Munar (24 y 64º) de un método de trabajo que combina deporte y educación. Lo supervisa el ganador de 20 Grand Slams, su fundador, y tiene como jefe a su tío, Toni Nadal, con el coach del balear, Carlos Moyá, como director técnico. Detrás de ellos, un amplio equipo en el que hay entrenadores, preparadores físicos, fisios, psicólogos y nutricionistas. Ruud ha pasado de ocupar el puesto 143º cuando llegó a la Academia hace algo más de tres años, a ganar cuatro torneos ATP en 2021 y ser uno de los diez mejores del mundo. De los nacidos a partir del 2000, Dani Rincón se ha destacado con su título júnior en el US Open. Y hay una joven promesa del tenis femenino, la filipina de 16 años Alex Eala en la que tienen puestas muchas expectativas. Este año ganó el ITF 15.000 de Mallorca, jugó la previa del WTA 1.000 de Miami y ganó su primer partido profesional en el 250 de Cluj-Napoca (Rumanía), a la argentina Paula Ormaechea. También progresan en Manacor, entre otros, el hermano de Alex, Miko, el alemán Rafael Giotis, el jordano Abdulah Shelbay y los hijos de Toni Nadal, Toni Jr. y Joan.

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