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Jason Behr, esa estrella juvenil desaparecida de repente

Jason Behr saltó a la fama a finales de los 90 gracias a su papel en la serie Roswell. Aunque ya se había dejado ver en otros éxitos televisivos de la época como Dawson crece, Sherman Oaks o Push, fue esta ficción adolescente sobre un romántico extraterrestre con poderes la que lo erigió como un ídolo juvenil de la época. Sin embargo, tras el final de la serie su carrera quedó estancada, quedando limitado a producciones muy menores que terminarían por llevarlo al retiro. Se dejó ver por exitosos títulos de los 2000 como el remake de El grito protagonizado por Sarah Michelle Gellar, pero más allá de este título solo logró ser fichado para películas de acción de serie B como Guerra de Dragones o El tatuador. Así, en 2012 decidió dejar de lado la actuación y centrarse en su vida personal y sentimental, que en aquel momento estaba pasando por un gran momento. Y es que Behr, que desde 2006 está casado con la actriz KaDee Strickland a quien conoció durante el rodaje de El grito, se convirtió en padre en 2013. Y ante el éxito de su mujer en la serie Sin cita previa prefirió centrar sus esfuerzos en cuidar a su pequeño y asegurarse una vida familiar próspera que en seguir intentando abrirse hueco en el difícil mundo de Hollywood. Sin, embargo, el actor nunca se ha parado a hablar detenidamente de los motivos que lo llevaron al retiro. En 2020, con el estreno del remake de Roswell, la cadena CW quiso contar con él para un cameo, por lo que el actor renunció al retiró y volvió a ponerse tras las cámaras. Además, este regreso a la serie que le dio la fama le supuso que CW también le ofreciera un papel en Supergirl, pero no uno cualquiera, sino el rol de Zor-El, uno de los recurrentes y principales de su temporada 6. Más historias que te pueden interesar: · La vida como rapero y activista de Litefoot, el indio de La llave mágica · Brandon Routh también fue víctima de la maldición de Superman · Alex Vincent, el niño de Chucky que huyó de la fama

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