El director general del OIEA está en Irán para hablar del programa nuclear
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se encuentra este domingo en Teherán para intentar apaciguar la tensión entre Occidente e Irán, acusado de falta de cooperación en la vigilancia de su programa nuclear.
Grossi se reunirá con el vicepresidente de la República Islámica y jefe de la Organización de Energía Atómica iraní, Mohamad Eslami, informó una fuente oficial.
La visita tiene lugar unos días después de que el OIEA, el gendarme nuclear de la ONU, publicara un informe que acusa a Irán de falta de cooperación y unos antes de una reunión del consejo de gobernadores del organismo.
La «luz verde de Irán» a la visita de Grossi «podría» considerarse como la señal de que el consejo de gobernadores del OIEA «no publicará una resolución contra Irán» en su reunión del lunes en Viena, prevé el diario ultraconservador iraní Javan.
Es el segundo viaje de Grossi a Irán este año. Hablará con Eslami «del arreglo temporal entre (Irán) y el OIEA sobre la supervisión de los inspectores del OIEA y el contenido de las cámaras de vigilancia del Organismo instaladas en los centros nucleares iraníes», asegura este domingo el periódico Irán (gubernamental).
En virtud de una ley aprobada en diciembre por el Parlamento, Irán restringió el acceso de los inspectores del OIEA a algunas de sus instalaciones nucleares en febrero, pese a ser una condición para salvar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní de 2015.
El asunto de las cámaras de vigilancia del OIEA se inscribe dentro de unas negociaciones más amplias para tratar de salvar este acuerdo concluido en Viena y que saltó por los aires en 2018 cuando el expresidente estadounidense Donald Trump se salió de él y restableció las sanciones de Washington. En respuesta, Irán renunció a aplicar la mayoría de sus compromisos.
El acuerdo ofrece a Teherán un aligeramiento de las sanciones occidentales y de la ONU a cambio de que se comprometa a no dotarse nunca de armas atómicas y que reduzca drásticamente su programa nuclear, bajo estricto control de Naciones Unidas.
– «Vigilancia obstaculizada» –
Pero «desde febrero de 2021, las actividades de verificación y vigilancia se han visto seriamente obstaculizadas por la decisión de Irán» de restringir las inspecciones, afirma el informe del OIEA al que ha tenido acceso la AFP.
Desde entonces la República Islámica se niega a suministrar las grabaciones en tiempo real de las cámaras y otras herramientas de vigilancia que la agencia de la ONU ha instalado en las instalaciones. Se ha llegado a un arreglo para garantizar un cierto grado de vigilancia pero expiró en junio.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, aseguró que su país está demostrando «transparencia». «Claro que en caso de un enfoque no constructivo por parte del OIEA no sería razonable esperar una respuesta constructiva de Irán», matizó sin embargo el miércoles, al día siguiente de la publicación del informe.
El diario reformista iraní Etemad pide al gobierno, liderado por los ultraconservadores, que aproveche la oportunidad para «participar activamente en las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear» y «evitar una nueva crisis».
Las negociaciones iniciadas en abril entre Irán y los otros cinco países que aún forman parte del acuerdo (Alemania, China, Francia, el Reino Unido y Rusia) para intentar resucitarlo mediante la reintegración de Washington se hallan en punto muerto.
En reacción al informe del OIEA el secretario de Estado Antony Blinken advirtió que Estados Unidos está «cerca» de abandonar sus esfuerzos para reactivar el acuerdo.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, opuesto al pacto, acusa a Irán de seguir «mintiendo al mundo».
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