Revancha de campeona

Garbiñe Muguruza activó el modo campeona este miércoles en la segunda ronda del US Open. La española hizo un gran partido ante Andrea Petkovic y se vengó sin acritud de la alemana («Somos grandes amigas», reveló la española), que le había ganado en sus tres enfrentamientos: 6-4 y 6-2 en 89 minutos. Garbiñe estuvo muy sólida, golpeando con profundidad y precisión, bien en cuanto a movilidad y defensa. En el debe, que se le escaparon tres saques. No le pesaron porque al resto y cerca de la red también brilló.

«Hemos entrenado muchas veces juntas y nos conocemos, no es fácil jugar contra alguien en esas circunstancias. Cuando me ganó, yo era muy joven, ahora tengo más experiencia y soy una jugadora diferente», apuntó. Así alcanzó por tercera vez la tercera ronda del Grand Slam que peor se le da y se enfrentará el viernes a Azarenka, tres veces finalista en Nueva York, la última, el año pasado. «Veré su partido, porque nos gusta saber todo de las rivales», avisó. Aunque ya la conoce bien, porque se han medido cuatro veces, con dos triunfos y una retirada para cada una.

El arranque de Muguruza en cada set fue magnífico, con sendos 3-0 que dificultaron mucho la tarea de Petkovic, siempre a remolque y con la necesidad de variar su juego para intentar sorprender a la caraqueña. Eso hizo que no tuviera un patrón de juego estable frente al orden, el ritmo y la disciplina de Garbiñe, que fue una apisonadora, lenta pero muy segura (sólo 14 errores no forzados). La germana amagó con reaccionar ante las ventajas de Muguruza, que sofocó esos intentos y desesperó a su colega. Los peloteos largos se los llevaba la mayoría de las veces la cabeza de serie número 9. Y en el apartado físico, la especialidad de una Petkovic que es como una roca, dura y fibrosa, tampoco fue a la zaga. La española, que se quejó por la falta de luz en la pista, cubierta por culpa de la lluvia, cerró la victoria con un derechazo de tiralíneas tras un globo defensivo de su rival, la prueba de que está en su versión más centrada y motivada, con la idea de llegar por fin cuartos en el único major en el que no ha superado los octavos. «Mi mentalidad ahora es diferente, antes buscaba hacerlo todo a la perfección y me obsesionaba tanto que eso no permitía sacar lo menor de mí. Ahora no siento esa presión cuando se da un fallo, gestionó bien las dificultades que puedan darse durante un partido y además mi condición física es muy buena», explicó.

Mucha Svitolina para Masarova

Rebeka Masarova, que protagonizó el lunes uno de los mejores partidos de la jornada, con victoria en tres desempates y casi cuatro horas contra la rumana Bogdan, no pudo con la quinta favorita del torneo, Elina Svitolina, aunque dio guerra en el segundo set. La ucraniana venció por 6-2 y 7-5 a la española nacida en Basilea, la ciudad de Federer, de padre eslovaco y madre española, que decidió competir por España en 2018 después de ser campeona júnior en Roland Garros 2016 bajo bandera suiza. Svitolina, que en sus redes sociales usa el apellido de su marido, Monfils, hizo un partido muy solvente, con sólo 11 errores no forzados. Se enfrentará en tercera ronda a la checa Vondrousova o a la rusa Kasatkina. El éxito de jugar el US Open le reporta a Masarova (22 años) una subida de 55 puestos en el ranking, hasta el 176, el mejor de su carrera, lo que le permitirá acceder a las previas de los Grand Slams.

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