Morales contra Karim Benzema: abran paso a la artillería

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El Levante ha ganado tres de los últimos seis duelos con el Madrid y en las tres victorias marcó Morales, cuya comandancia empieza a ser eterna. En febrero pasado renovó hasta 2023 y se aseguró su continuidad al menos hasta los 36 años, justo premio a un futbolista de maduración tardía capaz aún de alcanzar una velocidad punta de 35 kilómetros hora. No debutó en Primera hasta los 27, después de pasar dos temporadas en el filial y una cedido en el Eibar, pero el curso pasado anotó 14 goles, su techo de siempre en el fútbol profesional. En este ya logró en marcar en Cádiz.

Morales es la gran amenaza del equipo de Paco López, muy poco reformado y con dos bajas sensibles arriba. Soldado, uno de sus fichajes, se rompió para mes y medio en el estreno. Dani Gómez, para tres semanas. Ambos pasaron por la cantera del Madrid, como Melero o De Frutos, que serán titulares hoy. Incluso Morales llegó a probar con el infantil blanco. Ese caladero siempre le gustó al Levante y le salió a cuenta (sigue el partido de hoy en directo en As.com).

Campaña, el ‘fichaje’

El equipo de Paco López ofrece pocos secretos. Presenta un fútbol abierto y valiente que le ha permitido mantenerse en Primera con un técnico que hace tres años y medio tomó el equipo con aire de interino y le ha dado carácter y resultados. Sus puntos débiles son el balón parado (segundo peor equipo en este capítulo la temporada pasada) y la contundencia. Su fortaleza, el ataque: entre Morales y Roger Martí, sus atacantes hoy, marcaron 25 goles. El tercer hombre es Campaña, que la temporada pasada se precipitó del cielo al suelo. En otoño debutó con la Selección. En noviembre se lesionó y no volvió a jugar. Ahora vuelve a estar listo en su papel de jugador más influyente de un equipo de gran estabilidad en Primera (sólo un descenso en once años).

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Morales celebra su gol en Cádiz de la primera jornada liguera.
ALVARO RIVERO

Como el Madrid, aún anda pendiente del mercado. Busca acomodo a Rubén Vezo y Sergio León, que no cuentan para Paco López, y tantea el fichaje de un central tras una pretemporada irregular, con cuatro victorias, tres derrotas y un empate.

En el Madrid se repiten los contratiempos del curso pasado. Kroos, Ceballos, Mariano, Marcelo y Mendy siguen fuera, y a la lista se suma Modric, jugador crucial. En sus ocho años en el Madrid únicamente una vez ha disputado menos de 40 partidos por temporada. En la pasada estuvo en 48. Su relevo natural parece Isco, con el que Ancelotti aplica el efecto recuerdo. En las dos temporadas de la primera etapa del italiano hizo 17 goles. Luego ha ido decayendo estrepitosamente. El año pasado fue el decimoctavo jugador de la plantilla en minutos y sólo jugó diez partidos como titular, pero con Ancelotti ya estuvo en los onces de los dos amistosos de pretemporada y tuvo algún minuto en Vitoria. Asensio, al que Ancelotti busca sitio en mediocampo por exceso de atacantes, es el plan B.

Bale y Hazard

También regresa Carvajal, tras una temporada con cinco lesiones que sólo le permitieron jugar 15 partidos. Suena a fichaje. Del resto tocará poco el italiano, aunque Vinicius, que sale a diez regates por partido, probó en Mendizorroza que anda mejor que Bale. Sin embargo, su puesto es el de Hazard y el belga necesita actividad para regresar a su feliz pasado. Desde enero sólo ha marcado dos goles y las dos peores temporadas anotadoras de su carrera coinciden con su estancia en el Madrid.

En cualquier caso y a la espera de que cambie el viento en el caso Mbappé, la defensa y Benzema son los dos grandes activos del Madrid. Ahorrando atrás aminoró parcialmente el devastador efecto de la salida de Cristiano. Fue con Ramos y Varane y ahora están obligados a repetir Nacho y Militao. Y arriba, casi todo ha tenido que hacerlo el mejor Benzema. Ya firmó un doblete en el partido inaugural, que no es más que el reflejo de una tendencia. En las tres últimas ligas firmó 21, 21 y 23 goles. El genio irregular funciona ahora como un reloj suizo. Uno de cada tres tantos del Madrid fueron obra suya en ese trienio liguero. Una dependencia exageradísima que parece difícil de corregir sin fichajes. Pero el Madrid sólo tiene uno en la cabeza: será en Mbappé o nadie. Y el nadie asusta.

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