Barty jugará su 5ª final en 2021 contra la ‘española’ Teichmann

Ashleigh Barty es sin duda la tenista más estable y dominante de un circuito femenino casi siempre imprevisible. La australiana, número uno del mundo en racha de 82 semanas, ganó este sábado a Angelique Kerber (6-2 y 7-5 en 74 minutos) y, sin haber perdido aún un set, disputará el domingo (20:00, DAZN) la final del WTA 1.000 de Cincinnati, la quinta para ella en 2021, contra la suiza nacida en Barcelona y entrenada allí por Arantxa Parra y Beto Martín, Jill Teichmann, que sorprendió a la checa Karolina Pliskova (6-2 y 6-4).

Con esta victoria, Barty es líder del año en triunfos con 39, por delante de los 38 de Krejcikova y Sabalenka, también en títulos, con cuatro, y no ha perdido ninguno de los cinco partidos de penúltima ronda (más otro por abandono de su rival) este año, y sólo cayó en una final, la del Mutua Madrid Open ante la citada Sabalenka. Ganó las del Yarra Valley Classic, Miami, Stuttgart y Wimbledon. Estos son los logros que demuestran su fiabilidad. Sólo falló realmente en los Juegos de Tokio, donde perdió en primera ronda ante la española Sara Sorribes.

Ante Kerber, una campeona con una capacidad defensiva remarcable que ha recuperado gran parte de su mejor nivel y vuelve al top-20, tuvo que sudar lo suyo Barty, sobre todo en un segundo set en el que la alemana tiró de orgullo para encontrar sus primeras opciones de quiebre y aprovecharlas. De un 0-2 pasó al 3-2, aunque cuando amenazaba con imponerse en el parcial, Barty la rompió el servicio y puso rumbo a la victoria. Armada con su saque (12 aces), su precisión, el mejor revés cortado del mundo y ese juego variado que la hace imprevisible, evitó que la remontarán y va lanzada a por un quinto título este curso.

Teichmann explota en Ohio

Quizá nadie la esperara en Cincinnati, pero Jill Teichmann ya había avisado de que podía armarla tras eliminar primero a Naomi Osaka, ganadora de tres Grand Slams, y a su compatriota Belinda Bencic, flamante campeona olímpica en Tokio. La suiza de 24 años y 76º del mundo se cargó también a la cuarta del ranking, Karolina Pliskova, a la que venció, además, con autoridad y en dos sets. Fue mejor que ella en todo, hasta en las facetas en las que destaca la checa, el saque (4-8 en aces para Teichmann) y los golpes ganadores (10-27). También falló menos Jill, apoyada por una Parra entusiasmada en la grada.

“Mis entrenadores dicen que soy una persona sorprendente y hoy me he sorprendido a mí misma. He sacado bien, me he movido bien y he sido agresiva cuando he podido. Es un sueño, jugar en la pista central contra la número uno, no puedo pedir más”, dijo Teichmann, que tiene un récord de 4-0 contra top-10 este año y está en la mejor semana de su carrera, en la final de un WTA 1.000 que le hará subir, como mínimo, 31 puestos (hasta el 45), que podrían ser 41 (hasta el 35) si sale campeona.

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